cuentos que no son cuentos

Es indudable que con el avance de la tecnología y el desarrollo mercantilista dentro del modus vivendus, la separación dentro de la rutina común del hombre joven promedio del uso constante de los medios virtuales de información es casi inconcebible; el uso de plataformas sociales es un diario acontecer desde hace unos cuantos años, en donde redes sociales como Sónico que con 30 millones de usuarios de habla hispana registrados, le pisa los talones a Hi5, que juntos a MySpace y Facebook, este último con más de 80 millones de usuarios en todo el mundo, se han adueñado del globo y sirven como plataforma política, empresarial, artística y económica, con variados casos de éxito, como la convocatoria para marchar en todo el mundo por la liberación de los secuestrados en Colombia (4 de febrero de 2008), que se realizó a través de un grupo de Facebook.

Cuentos que no son Cuentos

Sin embargo a la par con este desarrollo, la privacidad, ha sido poco a poco vulnerada con falsos usuarios y suplantaciones que han dejado encima del tapete la duda acerca de la veracidad de quienes de alguna manera conoces sólo de manera virtual. No es muy difícil, por ejemplo, abrir una cuenta, sembrar fotos e inventarse una vida con defectos y virtudes.

"Milene Vásquez espera la respuesta de la denuncia que puso ante la dependencia policial que investiga los delitos informáticos por suplantación de identidad. Ella se dio con la sorpresa de que posee una página en Hi5 en la que figuran sus fotos, su teléfono y hasta ofrecen trabajo en su nombre."

Alicia Torres
El Comercio

"Un tribunal marroquí condenó a un ingeniero informático a tres años de prisión por activar una cuenta en la red social Facebook bajo el nombre del hermano del rey Mohamed VI"

El Comercio

Cierta vez, por ejemplo, hallé un artículo aunque no recuerdo el diario en el cual lo leí, pero que motivó que uno tenga cierta prevención; en él se relataba como es que un muchacho de inclinaciones homosexuales había creado una cuenta con características propias de alguna fémina; fotos de alguna muchacha que de seguro habría copiado de la red; perfil con el que se contactaba con sus propios compañeros de estudios de forma insinuante con el fin de conseguir fotografías y videos de los mismos, en evidentes actos sexuales. También es sabido de innumerables cuentas sobre personas ficticias, en su mayoría, con perfil femenino, mostrando fotografías de aquellas que se dedican al oficio más viejo del mundo. Otro caso común es por ejemplo el de personalidades conocidas en un medio como el caso de la guapa actriz Milene Vásquez y otros miles suplantados por quién sabe quien. La ausencia de un control fiscalizador permite la existencia de cuentas de personas inventadas o suplantadas. Supongamos por ejemplo, que algún sujeto quisiera averiguar detalles sobre alguien más; basta con un disfraz confiable y algo de astucia para un cuento verosímil; pero para pesar de tan patética audacia, no todos gozan de un cerebro idóneo para su causa, provocando una sonrisa irónica exclamando para uno mismo, "te pillé!".

Por cierto, aun no veo la película a la que pertenece el título.