paz

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"Desde el cielo no se ven fronteras"

Fue la certera reflexión que, con tino y buen humor, la reconocida actriz, Claudia Dammert, hacía llegar en una fiesta de Paz en la Plaza Bolívar del distrito de Pueblo Libre, a toda la gente que se reunió para hacer una voz común frente a la violencia. Se había dado la inauguración de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, iniciativa de la Fundación Mundo Sin Guerras, el pasado viernes 2 de octubre, en la que participaron colegios, universidades, artistas, políticos. en paralelo con muchas ciudades del mundo, cuyo punto de partida es Nueva Zelandia y culminará el 2 de enero, luego de su paso por 98 países y reuniendo a más de 10,000 personas durante tres meses, en la cordillera de Los Andes, en Punta de Vacas al pie del Monte Aconcagua, Argentina, el 2 de enero de 2010.

Madeleine John y Rafael Santos

2 de octubre, fecha en que se recuerda el nacimiento de Gandhi, fue escogido para dar inicio a la Marcha. En Lima comenzó a eso de las 10 de la mañana con el discurso de Madeleine John, Coordinadora del Movimiento Humanista en Lima quienes impulsan la marcha en el Perú, siempre risueña, siempre motivadora, y las palabras del alcalde del distrito de Pueblo Libre, el Dr. Rafael Santos. A continuación, bajo la conducción de Claudia Dammert se presentaron distintos artistas, políticos como Sr. Juan Manuel del Mar, alcalde de Surco, el Dr. Enrique Ocrospoma, alcalde de Jesús María y el Sr. Miguel Saldaña, alcalde de Comas. La fiesta culminó con la participación de Dámaris, quien se metió al público asistente al bolsillo.

En su intento por lograr un mayor impacto ante el constante y desafiante peligro de la violencia armamentista, a manera de denuncia, con el fin de sensibilizar a la población, diferentes personas y organizaciones sociales se han adherido a este proyecto que busca un compromiso social de los líderes mundiales para con una mejor forma de vida con:

- el desmantelamiento de todo el arsenal nuclear mundial;
- el retiro de tropas invasoras de territorios ocupados;
- la reducción progresiva y proporcional de armamento convencional;
- la firma de tratados de no agresión entre países, y
- la renuncia de los gobiernos a utilizar las guerras como medio para resolver conflictos.

Como dije antes en otro artículo, tenemos un mundo en el que, queramoslo o no, somos parte y cómplices de él; para cambiarlo o mejorarlo no basta quererlo. Debemos ser protagonistas del cambio.

Siempre hay algo que se puede hacer.