Eran las cuatro de la tarde y la explanada del monumental se ornamentaba de un ramillete de cabelleras largas que bajo el sol cubrían una fila negra de camisetas. La cola para esa hora abarcaba media cuadra, no muy larga en realidad; tal vez por ser un lunes cualquiera, un lunes 22 de marzo. Las cervezas en lata y los piqueos al paso desfilaban cual passarella por nuestro costado; algunos habían traído sus propios licores, ron, vodka (me consta), y otros optaban por agua o gaseosa ante un sol que poco a poco se apagaba al compás de las pruebas de sonido que desde afuera, mi pata de años con quien, en épocas púberes hicimos música, Eddie (quien siempre escribe mal su nombre), y yo, oíamos con atención. En cierto momento una camioneta cruzó la calle para cuando se oyó a alguien gritar que eran los integrantes de la banda progresiva y muchos corrieron abandonando sus lugares en la fila para saludar a los músicos por unos breves minutos. La noche había caído y la cola que ya se hacía larga empezó a avanzar para ingresar; Eddie y yo, con nuestras sobras lípidas recogidas por encima de nuestros brazos, a paso veloz, fuimos en busca de una buena ubicación al pie del escenario, en la zona Black Clouds; ...ya eran las siete de la noche. Después de un tiempo, agobiante por cierto, la banda sonora de Star Wars anuncia el inicio del concierto; eran las 8:15pm y BigElf, banda elegida por Mike Portnoy para abrir toda su gira latinoamericana, se adueñaba de la tarima con un pequeño muñeco Yoda sobre uno de los dos teclados de Damon Fox...
Buscando algo de la historia de BigElf, leí que tenían una marcada influencia de Black Sabbath, Pink Floyd, Queen y The Beatles; la verdad, no sé por dónde. Lo cierto es que el sonido de Bigelf emula el rock experimental de los `70 (Tal vez por ahí encajen Sabbath y Floyd). El moog y la voz de Fox rescatan la tan fructífera época de John Paul Jones y Robert Plant, con ciertos espacios tipo Emerson Like and Palmer (aunque sin la destreza de los mismos) y Jethro Tull, y una clara influencia de rock clásico sobre la guitarra de Mark, mezclado con staccatos propios del heavy actual y del progresivo. Bigelf es un rock clásico que roza el progresivo muy ligeramente con ciertas dosis de Heavy y la sicodelia de los `70. Un grupo muy interesante que lamentáblemente se vio muy disminuido por el estelar de la noche.
Fotos: Eddie Ravello
Eran más de las 9 y Bigelf en una digna presentación era despedido entre aplausos. Faltando un poco más de 10 minutos para las 10, se da inicio a otra famosa banda sonora, la de Psicosis. El telón caía y comenzaba A nightmare to remember; James LaBrie, John Petrucci, Mike Portnoy, John Myung, Jordan Rudess, el Teatro del sueño, estaba en el escenario. Después de 20 minutos que duró la primera canción le siguieron A rite to passage, Hollow year, Constant motion, Erotomania, Voices, The spirit carries on, As i am, Pull me Under y la segunda parte de Metropolis.
Concierto en Lima por el Comercio
Tras una despedida momentánea, ya clásica en estos eventos, la banda regresó al escenario. Portnoy vestía la camiseta de la selección peruana de fútbol (el baterista suele ponerse una camiseta que identifique el estado o país en que está con camisetas de basket o fútbol) y LaBrie anunciaba Peruvian skies, la tercera pista del álbum Falling Into Infinity acerca del sufrimiento de una chica peruana abusada, que por primera y única vez interpretaban en su gira por el continente. Mientras interpretaban el tema ambientado en tierras incas, en la pantalla aparecían anecdóticas imágenes filmadas desde la camioneta que durante la tarde había salido, de los seguidores que, tras abandonar su cola, habían corrido tras ella para saludar a los músicos. El concierto acabó con The Count of Touscany.
Peruvian Sky de Conciertos Perú
Foto: Renzo Napa
No cabe duda que fue uno de los mejores conciertos de la década en Lima, a pesar de que el sonido no fue de lo mejor; problemas de saturación y mala mezcla no permitían se disfrutase mejor el espectáculo. Me hizo recordar mucho el concierto de la genial y legendaria banda Yes en Lima en los `90. Una banda que más allá de gustos y colores, evidencia, en cada uno de sus integrantes, su pleno conocimiento y dominio de la armonía y la rítmica, mostrando virtuosismo tanto en la ejecución como en la concepción. Músicos de alto calibre que entre tantos Oasis o Metálicos demuestran que se puede hacer buena música y a la vez tener éxito. Dream Theater es un extraño oximorón que purga oídos y mentes, por encima de bullas, gritos y clichés.
1 Miradas :
Sin duda el mejor concierto del año y el mejor al que he asistido, un 22 de Marzo inolvidable.Tuve la suerte de estar en primea fila y disfrutar cada entrega espectacular de estos extraterrestres que nos llevaron al teatro de los sueños.
Saludos , buena cronica.
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