foto de César Romero Calle
periodista de La república
Desde ayer la pileta de la plaza de armas luce con aguas rojas. Aguas rojas que recuerdan la violencia, las vejaciones y el desprecio a los derechos humanos que se impusieron a consecuencia del autogolpe del cinco de abril, hace veinte años. Un domingo de otoño, dos años después de las elecciones, al caer la noche, las calles del centro de Lima fueron invadidas por tanques, metralletas y fusiles, que violentaron la democracia a punta de disparos. Alberto Fujimori se adueñaba, con el apoyo del Ejército Peruano, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, de los poderes del estado (Al día siguiente haría público el respaldo mediante un comunicado firmado por Nicolás Hermoza Ríos, General del Ejército, Arnaldo Velarde Ramírez, Comandante General de las FAP, Alfredo Arnaiz Ambrossiani, Almirante Comandante General de la Marina, Adolfo, Cuba y Escobedo, Teniente General de la Policía Nacional del Perú. Un apoyo que no se hubiese dado sin un elemento influyente: Montesinos. El mismo que fuera sacado de la milicia por vender secretos de estado al extranjero). Así como en 1879 también un cinco de abril Chile nos declaraba la guerra y tras la sangre y las vejaciones a peruanos se gritó en nuestras tierras ¡Viva Chile! como bien nos recuerda Fernando Tuesta, en 1992, tras la sangre y la violación de la democracia también se gritó en tierras incas ¡Viva el Golpe!
Mientras se perpetraba una persecución mediática, armas en mano, golpeando, arrestando o secuestrando a políticos, sindicalistas, periodistas y autoridades, y se tomaban por la fuerza a los medios para censurar y controlar sus publicaciones asegurando el éxito de la medida con la aprobación pública, el presidente Fujimori, desde el "Pentagonito", con la presencia y "apoyo comprado" de tres personas, dueñas de las principales televisoras del país, interrumpía todas las señales televisivas para transmitir a las 10:30pm en un video grabado, el mensaje a toda la nación. En el mensaje anunciaba la disolución del Congreso de la República, la destitución de los magistrados del Poder Judicial y del Tribunal de Garantías Constitucionales, y la intervención del Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura.
"Hoy sentimos que que algo nos impide continuar avanzando por la senda de la reconstrucción nacional y el progreso. Y el pueblo del Perú conoce la causa de este entrampamiento. Sabe que no es otro que la descomposición de la institucionalidad vigente, el caos y la corrupción, la falta de identificación con lo grandes intereses nacionales, de algunas instituciones fundamentales como el poder legislativo y el poder judicial traban la acción de gobierno orientada al logro de los objetivos de la reconstrucción y el desarrollo nacional (...) Como presidente de la república he constatado directamente todas estas anomalías y me he sentido en la responsabilidad de asumir una actitud de excepción para procurar acelerar el proceso de esta reconstrucción nacional por lo que he decidido tomar las siguientes trascendentales medidas:
Primero, disolver, disolver temporalmente el congreso de la república hasta la aprobación de una nueva estructura orgánica del poder legislativo, la que se aprobara mediante un plebiscito nacional"
Alberto Fujimori FujimoriCondenado por allanamiento ilegal, peculado, contra la fe pública y falsedad ideológica, corrupción, usurpación de funciones, asesinato y secuestroMensaje a la nación
05 de abril de 1992
Fue el mensaje a la nación la única señal de video al que el pueblo peruano tuvo acceso en el momento de los hechos. No fueron públicas las imágenes de los disparos, de los forcejeos y golpes, de los arrestos y amenazas, de la invasión y coacción sobre medios que al día siguiente, en tono de protesta, publicaran sus diarios con contenido en blanco. Fueron medios extranjeros quienes difundieron esas imágenes que Fujimori no permitió se transmitieran en el Perú. En el Perú sólo eran permitidas imágenes de "El Chino" entre aplausos y vitoreos. Aplausos que pasaban por espontáneos y del público de a pie cuando eran, en su mayoría, de miembros de su partido o alquilados. Imágenes triunfalistas y de éxito para un público que ignoraba los hechos y que a la larga, obnubilados por plásticos éxitos, los justificaría. Con el Nihil obstat de más del 80% de peruanos, ciudadanos que nunca tuvieron acceso a imágenes e información real de lo que sucedía, según esas encuestadoras también en control del burgomaestre, estaban de acuerdo con el golpe.
Según la última encuesta de Ipsos Apoyo para El Comercio, hoy el 47% de la población considera que la medida fue necesaria, mientras que el 38% señala que fue innecesaria. En caso volviéramos a 1992, el 37% dijo que la aprobaría, mientras que el 50% indicó que la desaprobaría.
Según la última encuesta de Ipsos Apoyo para El Comercio, hoy el 47% de la población considera que la medida fue necesaria, mientras que el 38% señala que fue innecesaria. En caso volviéramos a 1992, el 37% dijo que la aprobaría, mientras que el 50% indicó que la desaprobaría.
"El Perú no ha debatido hasta hoy seriamente lo que ocurrió el 5 de abril de 1992. No conoce los hechos que lo antecedieron, porque no se le ha dicho la verdad completa (...)
Junio de 1991, el Congreso otorga al Ejecutivo las facultades para legislar que pidió. Entre junio y noviembre de 1991, el gobierno promulga 117 decretos legislativos. En noviembre, el Senado deroga 28 de los decretos legislativos, los más importantes. Diciembre de 1991. El Congreso aprueba el proyecto de ley de Control parlamentario de los actos normativos del Presidente de la República, por el que se autoriza a sí mismo, inconstitucionalmente, a dejar sin efecto -por mayoría simple- los decretos de urgencia del Ejecutivo.
Enero de 1992. El Ejecutivo observa el proyecto que le ata las manos inconstitucionalmente, pero el Legislativo insiste y promulga la ley (25397). Inconstitucionalmente, el Poder Ejecutivo queda sometido al Poder Legislativo. Dos meses después, ocurre el 5 de abril. Esta es la historia de lo que sucedió. La cronología fue elaborada por el profesor Charles Kenney, de la Universidad de Notre Dame, en un ensayo escrito en 1998"
Jorge Morelli
Algunos medios y periodistas, resagos de esa idiosincrasia "dinero en mano" o "dictadura en mente", han esbozado una serie de justificaciones para los actos del del cinco de abril, algunas se contradicen con otras, y otras más lindan con lo risible. Se recurre a la crisis económica en la que nos había sucumbido la gestión del Apra, se dice que la derogación de 28 -"los más importantes"- de los 117 decretos legislativos que promulgara el ejecutivo impedían el desarrollo económico (sólo algunos dicen esto) y aun más la lucha antisubersiva, sin embargo ninguno de estos decretos sirvió para el éxito de la lucha antisubersiva ni fueron cruciales ni necesarias para abrir el mercado. Cabe recordar que en ambas cámaras el PPC tenía mayoría. El mismo partido que legitimara con el CCD el golpe y que abiertamente estaba a favor de los cambios económicos que el oficialismo anunciaba, ergo, si las medidas adoptadas no fueron más relevantes que las impuestas en gestiones anteriores para con la lucha antisubversiva, si las medidas para el cambio de rumbo económico tenían amplia aceptación en la mayoría de las dos cámaras ¿Para qué le sirvió el golpe a Fujimori? ¿Qué hizo que no hubiese podido hacer sin el golpe?
“Nosotros aprobamos una serie de proyectos para colaborar con el Ejecutivo. Personalmente pedí conversar con Fujimori, desde enero de 1992, a través de todos los medios de comunicación y él nunca quiso darme una entrevista. Su respuesta fue dar un golpe de Estado, simplemente porque quería un gobierno autocrático. No respetó el sistema democrático”
Felipe Osterlingpresidente del Senado antes del golpe
Foto: La República
Lo que no se dice por ejemplo es que Fujimori le dio al SIN, mediante el DL 746 y el 743, facultades excepcionales y ministeriales, y que según la norma, sólo respondía a las órdenes de Fujimori; tampoco se dice que el golpe y el carácter secreto y jerárquicamente vertical que tenía Inteligencia y los comandos del SIN, fiel a su estilo, antes del cinco de abril, el tres de noviembre de 1991, habían ingresado a un solar asesinando a catorce personas incluyendo un niño de ocho años, sin pruebas de su vinculación con el terrorismo; que sólo a un mes del golpe, el dos de mayo, masacraran a nueve campesinos e inculparan falsamente de este crimen a grupos terroristas mediante grafitis pro-senderistas, como reprimenda por sus protestas a una empresa particular. Tampoco se dice que el golpe sirvió para, teniendo todas las facultades sobre los poderes del estado, impedir una clara investigación a este comando de la muerte que respondía directamente al presidente; que teniendo bajo su control al poder judicial y al legislativo, los usó para blindar sus crímenes y luego amnistiarlo. Tampoco dice que el golpe sirvió para ejercer dominio absoluto sobre los medios, a base de amenazas, secuestros o la compra de consciencias. Tampoco dice que el golpe sirvió para instaurar una nueva constitución con la excusa de abrir el mercado cuando la mayoría de las leyes dictadas para este fin fueron dadas bajo la anterior carta magna que, a la larga constituye el 80% de la actual. Tampoco dice que los aportes más significativos de la constitución actual son la omisión de derechos laborales y la seguridad de perpetuar a Kenja en el poder. Tampoco se dice que la dictadura a través de su constitución legitimó el autoritarismo tal y como lo hace Chávez en Venezuela, pero que las criticas no son iguales pese a que el burgomaestre venezolano hace exactamente lo mismo. Tampoco se dice que el golpe y los decretos derogados NO sirvieron ni al GEIN ni a la Dincote para dar el más y definitivo golpe a SL al capturar a Guzmán. Tampoco se dice que la gestión de Fujimori, lejos de haber sido artífice de la captura de Guzmán, sólo se convirtió en un obstáculo que el GEIN tuvo que sortear para realizar la captura. Tampoco se dice que gracias al poder absoluto que otorgó el golpe, seis mil millones de dólares de las privatizaciones desaparecieron. Tampoco se dice que habían medios antes del golpe que siguiendo la línea de falacias que posteriormente durante los noventa se generalizarían, sólo se encargaban de desprestigiar a los poderes del estado mediáticamente y a muchos líderes de la oposición tal como se hizo en toda la gestión fujimorista. Tampoco se dice que Javier Diez Canseco haya denunciado un año antes del golpe del estado, la fabricación de las condiciones para perpetrarlo.
Muchos de los medios y autoridades que justifican el golpe de estado de Fujimori y los atropellos, secuestros, maltratos, chantajes, amenazas, arrestos y la dictadura que vinieron con el paquete, dicen que no se ha informado a la población los reales motivos que obligaron al ex presidente tomar tan drástica decisión. Dicen que no se ha contado todo, que se ha ocultado hechos. Como que suena algo cínico ¿No?
Una vez oí decir, con impresionante certeza, "El burro hablando de orejas".
Una vez oí decir, con impresionante certeza, "El burro hablando de orejas".
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