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domingo, 8 de diciembre de 2013

Madiba 44664


Hace no muchos días, muy pocos en realidad, uno de los hombres más representativos de la libertad y la justicia dejó nuestro mundo, el ex presidente sudafricano Nelson Rolihlahla Mandela. Murió un grande y el mundo está de luto. Madiba es hoy símbolo de lucha por la igualdad, por el respeto a los derechos de todos, reconocido por simpatizantes y rivales, reconocido por personalidades y por gente de a pie, reconocido por políticos de derecha e izquierda. No es de extrañar que tras su muerte los medios y las redes sociales se hayan visto bombardeadas por muestras de cariño, respeto, reconocimiento y hasta devoción. Sin embargo a raíz de su fallecimiento, o mejor dicho, a raíz de su  su pensamiento político, de su ideología, por ser un hombre de izquierda, por aquellos principios filosóficos que señalaron el camino que decidió cruzar, o tal vez por todo eso, es que circulan por la red, de un sector político bien definido de la población, diferentes artículos planteando o revelando una realidad alterna para su lucha y su accionar, más allá de que sus objetivos hayan trascendido a cualquier ideología ¿Qué hay de cierto entre las admiraciones y las condenas? ¿Dónde comienza el mito y termina el hombre? 




"Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás".
Nelson Rolihlahla Mandela



Fue el mismo Madiba que, consecuente, hizo pública su preocupación por su idealización, esa mala costumbre social de maquillar purgando errores y defectos convirtiendo al hombre en un objeto de devoción, en santo, en un ente impoluto. Imágenes de oropel que no explican ni sustentan el actuar del ser humano, y menos de alguien que ha agotado, incansable, toda posibilidad, toda opción, en busca de la justicia y la igualdad social para los "suyos", con lo amplio que a la larga le significó esa palabra: "Ser considerado como un santo que nunca fui, incluso si se define a un santo como un pecador que sigue intentándolo".





(Foto: business insider)






Nelson

Nonqaphi Nosekeni Fanny, una de las cuatro esposas del acomodado consejero real Gadla Henry Mphakanyiswa (Henry Mgadla Mandela), le daba a su esposo, un 18 de julio de 1918, en Mvezo, un poblado cerca de Umtata en el Transkei, su décimo tercer hijo, y lo llamaron Rolihlahla que en lengua xhosa significa "alborotador", "hacedor de problemas". De cuna privilegiada, Rolihlahla pertenecía a la realeza africana del clan Madiba (de donde viene el nombre con el que con cariño lo mencionan) de la etnia Xhosa, siendo bisnieto del rey Ngubengcuka (fallecido en 1832). 

La familia Mandela se mudó a Qunu que, igual que Mveso, era un pueblo aislado, rural, con verdes colinas y arroyos. El niño creció en un mundo bucólico, entre rituales, pastores y ganaderos, de vida simple, viendo el mundo sin sentirse menos que los demás, sin saber de inferioridad. Poco o nada sabía sobre la gente de piel blanca, el contacto con ellos era casi nulo; sólo hizo suyo el respeto y el constante temor que percibía en los adultos a los ocasionales visitantes blancos que venían de lugares que él desconocía. A la edad de siete años empezó a percibir aun más la presencia y la injerencia del hombre blanco, aun sin estar este in situ, su maestro de escuela, negro como él, en su primer día de clases, le preguntó su nombre y él contestó "Rolihlahla Mandela", el profesor decidió llamarlo bajo un nombre de "blancos" y lo llamó Nelson, nombre que aun sin poder ser pronunciado por su madre se mantendría para facilitarle su adaptación a la realidad sudafricana, al mundo blanco. Tras el fallecimiento de su padre, sólo dos años después, con nueve años, fue separado de su progenitora para vivir en la residencia real bajo la custodia de su padrino y regente de la tribu Thembu, el jefe Jongintaba Dalindyebo. El regente lo crió como a su propio hijo, con más comodidades y mayor acceso a la educación, una educación propia de un vástago de la realeza Xhosa dirigida a convertirlo en Consejero real. El niño quedó deslumbrado no sólo con las comodidades del lugar sino también con los debates que se realizaban en la casa. En ella se decidía el futuro de las etnias, en ella los jefes de las zonas alejadas se reunían para resolver sus disputas y conflictos. Muchos de estos jefes, criticaban con suma severidad al regente sin provocarle rechazo alguno, esto causó gran impacto en el joven Mandela y dejó una imagen clara de la importancia de la tolerancia en el acontecer diario, y a la larga, en la política.

Después de finalizar la secundaria, Nelson fue enviado al Colegio Universitario de Fort Hare para estudiar Artes. Una vez ahí, fue elegido como representante de los universitarios en una votación que él consideró injusta. Nelson decidió rechazar el importante puesto y se unió a la incomodidad de la comunidad universitaria participando en una huelga que habían organizado, y fue expulsado. Regresó a Transkei con su padre adoptivo quien le había buscado una esposa, él la rechazó, rechazó también su herencia nobiliaria por su condición real y a la que su padre, el regente Dalindyebo, le tenía dispuesta. Así, decidió partir y abandonar su casa.





Negros y Blancos

Pero no fue hasta unos meses después, en 1941, a la edad de 22 años y habiéndose mudado a Johannesburgo, que Mandela descubriese que era negro. El joven Nelson descubrió ahí que no era un ser humano, descubrió que no todos somos iguales, descubrió que el color de la piel definía una jerarquía infrahumana, descubrió un mundo al que nunca antes había tenido que enfrentar, descubrió que era menos que otros seres humanos y se resistió a ello: Rolihlahla se negó a aceptar las condiciones que el racismo y el abuso institucional y legalizado le adjudicaban. Johannesburgo le abría los ojos a la fuerza, le arrancaba la visión que tenía sobre la vida y le mostraba la auténtica Sudáfrica, la Sudáfrica del Apartheid.

Apartheid, "separación" en Afrikáans, lengua germánica derivada del holandés hablada principalmente en Sudáfrica y Namibia (en ese entonces parte de Sudáfrica), era en un principio una serie de medidas de carácter social de segregación racial promovidas, aceptadas y ejecutadas por las autoridades y la población civil, que consistía en la prohibición de lugares, actividades y relaciones comunes para personas de diferentes características raciales, bajo una jerarquía definida por el dominio y poder de la minoría blanca (menos del 20% de la población). La segregación y el racismo en Sudáfrica data de mucho tiempo atrás, desde los colonos originarios cuando los hugonotes (protestantes franceses) y los Bóers (campesinos holandeses), enfrentaron a las etnias zulú, tswana, sotho y xhosa (la etnia de Mandela), mientras sostenían a mediados del siglo XIX dos conflictos independentistas (1880-1891 y 1899-1902) contra la Corona Inglesa, generando en 1909 el nacimiento de la Unión Sudafricana, es decir, la unión de etnias, colonos y territorios, ingleses incluidos, pero no fue hasrta 1913 cuando se dio el primer paso para legalizar una de las reglas consuetudinarias que a la larga se convertirían en el Apartheid, el Native Land Act (Ley de Tierras Nativas), la que determinaba la creación en las zonas de dominio Holandés, una serie de reservas indígenas en el 7,3% de la Unión, fuera de las cuales estaba prohibido a los negros ser propietarios. Con esto un poco más de un millón de blancos ocuparon el 90 por ciento de las tierras. Estas prácticas con el tiempo fueron recrudeciendo. En 1947, con la llegada al poder del pastor protestante Daniel François Malan, líder del partido nacionalista en alianza con el Partido Afrikáans, con el apoyo del antropólogo Werner Eiselen y el sociólogo Hendrik Verwoerd, es que el Apartheid con toda su extensión se institucionalizó con carácter legal y jurídico. A su vez fueron instaurados más normas con el mismo fin. Estaba prohibido el derecho al sufragio para los negros, los matrimonios o relaciones sexuales entre blancos y negros, la adquisición para los negros de inmuebles dentro de los centros urbanos, el acceso de los negros a cargos públicos, al uso de los negros del transporte público, se impuso el registro racial obligatorio bajo control del gobierno, se reservó ciertos distritos y ciudades sólo para blancos, forzando a los demás a emigrar a zonas rurales, para evitar, con esto, su transformación en una clase media urbana, entre otras medidas.



"Hoy día Sudáfrica vuelve a ser nuestra, Dios permita que sea nuestra siempre" 
Daniel François Malan

Líder del Partido Nacionalista
Extracto del Discurso de triunfo en las elecciones de 1947
en clara alusión a la minoría blanca




Desobediencia Civil

En su estadía en Johannesburgo, Nelson conoció a Walter Sisulu, también de Transkei, un empresario y activista del Congreso Nacional Africano CNA, grupo político que luchaba por los derechos de los negros desde 1912. Con la ayuda de Sisulu, Mandela consiguió un empleo durante el día como oficinista en una firma de abogados mientras que por la noche dio inicio a sus estudios de derecho en la Universidad de Witwatersrand, así mismo fue Sisulu quien lo integro al CNA. La evolución del joven Nelson dentro de la organización política fue paulatina y generalmente tímida. Mandela basaba sus ideales políticos en el socialismo y el nacionalismo, era antirracista y antiimperialista y había definido su lucha bajo esos lineamientos. Es en 1944 que, junto a otros compañeros, forma la Liga de la Juventud dentro del CNA, con la que adoptó medidas más desafiantes al régimen, cobrando mayor protagonismo y desenvolvimiento político. Con la llegada del Partido Nacionalista y los Afrikáans al poder en 1947 en manos de Malan, lo que era llamado el "pequeño Apartheid" adquirió un carácter jurídico y legal instaurándose oficialmente en Sudafrica: Rolihlahla entonces, junto a otros activistas, lanzaron una campaña de oposición organizando a miles de voluntarios que desafiaban al gobierno del Partido Nacionalista incentivando la desobediencia civil con varias protestas No Violentas. A finales de 1952 fue detenido junto a otros manifestantes, para ser liberado luego con una orden de inhabilitación con el fin de silenciar y mermar las protestas. Mandela, junto a su compañero universitario Oliver Tambo fundó el estudio Mandela y Tambo, el único buffette de abogados negros del país, para proporcionar asesoría legal a bajo costo a la víctimas del Apartheid y luchar así por los derechos de los negros no sólo en las calles sino en los juzgados.




Estudio de abogados Mandela y Tambo



Durante 1955, el CNA junto a otras fuerzas opositoras al régimen, enviaron a más de cincuenta mil voluntarios a las ciudades y el campo para recoger las distintas demandas de la población con el fin de que todos sean escuchados, independientemente del color, raza o nacionalidad. Este trabajo culminó en lo que llamaron Carta de la Libertad, hecha pública y adoptada oficialmente por el CNA en contra del Apartheid el 26 de junio de 1955 en el llamado Congreso del Pueblo en Kliptown. La ceremonia, a la que asistieron aproximadamente tres mil delegados, fue interrumpida por la policía en su segundo día. Mandela apenas pudo escapar de la policía disfrazándose de lechero. El documento es una demanda y un compromiso con una Sudáfrica sin distinciones raciales, con la democracia, los derechos humanos, la reforma agraria, los derechos laborales, y la nacionalización. El 5 de diciembre de 1956, Mandela y otros 156 activistas fueron detenidos y encarcelados, acusados de alta traición. Madiva permaneció detenido varios meses sin juicio. El gobierno por su parte y por iniciativa del sociólogo Verwoerd que para entonces era primer ministro, endureció el régimen, concretando para 1959 un plan para crear diez reservas o bantustanes (término que alude a la lengua ‘bantú’), territorios marginales independientes del resto, para confinar a la mayoría negra y fomentar el "desarrollo separado". Con esto, se pretendía crear estados en el 13% del territorio, mientras más del 80% quedaba en manos de los blancos. Estos Bantustanes fueron destinados para zulúes, twsanas, sothos, vendas, swazis, pedis, xhosas, shangaans, Ndebeles y para los considerados ‘de otros pueblos’.

El 21 de marzo de 1960, cuando aun Mandela se hallaba en juicio, en Sharpeville, Transvaal, a unos 8 km de la ciudad de Vereeniging, la policía abrió fuego contra una manifestación que protestaba desarmada contra el Apartheid y las Pass Laws (ley de pases), que controlaban los desplazamientos de la población negra en zonas tanto urbanas como rurales de Sudáfrica, muriendo 69 manifestantes negros, entre hombres, mujeres y niños, y dejando heridas otras 180 personas. El 30 de marzo de 1960, tras varios disturbios en protesta por la Masacre de Sharpeville, fueron detenidas más de once mil personas y se declaró el estado de emergencia. El régimen del Apartheid, que en plena Guerra Fría se presentaba como un bastión de Occidente contra el comunismo, aprovechó la coyuntura internacional para declarar traidor a la patria al CNA calificándola como una organización terrorista por su lucha sin violencia contra un sistema que había legalizado las violaciones a los DDHH de la comunidad negra. La oficina de abogados Mandela y Tambo que habían fundado para la defensa de los derechos de las víctimas del Apartheid terminó destruida y quemada por agentes del gobierno. Mandela, después haber pasado cuatro años en prisión y liberado por falta de pruebas, pasó a la clandestinidad. 




Masacre de Sharpeville





Cambio de estrategia

Madiva y los líderes del CNA terminaron convencidos de que la lucha con métodos no violentos no mejoraban las condiciones para los negros ni debilitaban al régimen y que, por el contrario, provocaban una represión aun más criminal y sangrienta. En 1961, mientras Sudáfrica se independiza de Gran Bretaña y la Unión se transforma en República, el presidente del CNA, Albert Lutuli, es condecorado con el Nobel de la Paz en reconocimiento a una, hasta ese momento, incansable lucha en busca de la emancipación con medidas no violentas. Irónicamente fue en el momento justo en que, ante la ausencia de resultados, se decide en la Conferencia Pan-Africana dar un giro en la estrategia, un cambio radical en su lucha, pasando de medidas no violentas a la lucha armada. En 1961 Mandela fue elegido secretario honorario del Congreso de Acción Nacional de Toda África, un nuevo movimiento clandestino que adoptó el sabotaje como medio de lucha contra el régimen de la recién proclamada República Sudafricana. Nelson se encargó de dirigir lo que denominaron Umkhonto we Sizwe, el brazo armado del CNA, la Lanza de la Nación o MK, con el apoyo de activistas judíos como Denis Goldberg, Lionel Bernstein y Harold Wolpe, aplicando una estrategia que se centraba en atacar instalaciones de importancia económica o de valor simbólico, sin embargo en sus tres primeros años de existencia sus ataques resultaron en daños materiales menores. El MK perpetra su primer atentado en la fiesta nacional Afrikáner el 16 de diciembre de 1961 sin mayor repercusión. Sólo unos días después, en enero de 1962, Nelson Mandela viajó por diversos países africanos y Londres buscando ayuda y fondos para su causa, haciendo propaganda de su lucha armada. Durante su viaje, recibió instrucción militar en Argelia y Etiopia. Regresó a finales de julio y no pasaron muchos días para que, el 5 de agosto, después de un almuerzo secreto con otros miembros del congreso en Durban, Mandela, que iba vestido de chófer, fuera reconocido y arrestado, gracias a, según el ex funcionario sudafricano Gerard Ludi, información brindada por un agente de la CIA infiltrado en la CNA. Madiba fue condenado el 25 de octubre de ese año a cinco años de cárcel por salir del país ilegalmente e incitar a la huelga. Mientras estaba en prisión, la policía ejecutó una redada en el cuartel general clandestino de la CNA consiguiendo detener a 19 dirigentes a los que acusaron de sabotaje y conspiración para derrocar al gobierno. Mandela fue incluido en este nuevo proceso.

Hasta 1964, el MK cometió 134 sabotajes provocando sólo daños materiales menores. Con el tiempo, las respuestas del gobierno y con sus principales líderes presos, las medidas fueron cada vez más violentas. Los primeros muertos civiles por atentados del MK en Sudáfrica se dieron en 1980; y en diciembre de 1985 un atentado en la ciudad balnearia de Amanzimtoti causó la muerte de cinco personas incluyendo tres niños.




466-64

Mandela veía en el juicio que se les seguía, conocido como El Proceso de Rivonia, la oportunidad de contar al mundo sobre la Sudáfrica en la que vivía y con la que soñaba. Mandela, como lo cuenta el activista Ahmed Kathrada, persuadió a sus compañeros a que, incluso si los sentenciaban a muerte, no apelaran la sentencia. Así mismo se rehusó a una defensa que legitimara el proceso y en su lugar declaró un discurso de casi cuatro horas:



"He luchado contra la dominación blanca y he luchado contra la dominación negra. He abrigado el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal que espero vivir y lograr. Pero si es necesario, es un ideal por el cual estoy preparado para morir" 
Nelson Rolihlahla Mandela
extracto del discurso de cuatro horas cuando le tocó hablar en su juicio



Pese a que inicialmente se había solicitado la pena de muerte, por presión internacional, esta fue desestimada y el líder sudafricano fue sentenciado a cadena perpetua. Identificado como el preso número 446-64, Mandela pasó 18 de los 27 años de encierro en la isla-prisión de Robben Island frente a Ciudad del Cabo, en precarias condiciones, incluso más severas que las de los presos blancos. Las diferencias eran desde el uniforme y la comida hasta las tareas asignadas: El Apartheid también se sentía en prisión. Entre los trabajos forzados a los que estaba obligado a cumplir, el picar piedras caliza durante muchas horas bajo el sol le produjo infecciones pulmonares y tuberculosis, además sólo tenía permitido recibir una visita y una carta cada seis meses que, por lo general eran retenidas por largos periodos por las autoridades del penal. Por el contrario, la conducta de Madiba para con sus carceleros siempre fue cortés, educada e incluso atenta. Con el tiempo oficiales de su custodia llegaron a respetarlo incluso a entablar amistad. A lo largo de su reclusión diferentes organismos internacionales y nacionales, así como amistades solicitaron entrevistarse con él, pero el drástico régimen  que le fue asignado no lo permitió. Así mismo, pese a los reiterados pedidos de libertad, nacionales e internacionales, para Mandela, el Gobierno de Sudáfrica rechazó todas estas solicitudes. Madiva aprovechó su reclusión para estudiar por correspondencia a través del programa externo de la Universidad de Londres, obteniendo el grado de Licenciado en Derecho.

En 1969, durante su encierro, el Servicio Secreto Sudafricano preparó una operación para simular la fuga de Mandela. El verdadero objetivo era asesinarlo bajo la apariencia de una recaptura. Sin embargo, el Servicio de Inteligencia Británico tuvo conocimiento del complot y frustró toda la operación. El agente secreto inglés Gordon Winter lo narraría en su libro de memorias Inside Boss, publicado en 1981. Ese mismo año Madiba sufriría un golpe duro. Su hijo mayor fallece en un accidente de tránsito. El pedido para asistir al funeral fue rechazado.






“Parece que el destino de los que luchan por la libertad es tener vidas personales inestables (...) ser el padre de una nación es un gran honor, pero ser el padre de una familia es una alegría mayor. Un trabajo que ejercí demasiado poco”. 
Nelson Rolihlahla Mandela






En la mañana del 16 de junio de 1976, 3,000 escolares negros de Soweto, que a lo largo del día se convertirían en 10,000, iniciaron una manifestación pacífica con el apoyo de algunos profesores, en contra del Decreto Medio de Afrikáans de 1974 que pretendía para ese año determinar al afrikáans como el idioma oficial en las escuelas. Al ver cómo aumentaba el número de escolares, la policía lanzó perros de presa contra ellos, provocando que estos se defendieran con piedras. La policía reaccionó disparando con armas de fuego sobre la multitud. Las autoridades locales blancas enviaron cerca de 1,500 policías con armas de fuego de largo alcance para dispersar a tiros a los manifestantes que ya estaba atacando propiedad pública. El balance oficial de la masacre fue de 23 escolares muertos, sin embargo diferentes organismos determinaron que mataron aproximadamente 700 escolares y unos 1,000 quedaron heridos.




Niños cargan el cuerpo del niño Hector Pieterson,de 12 años, abatido en la Masacre de Soweto





En agosto de 1977, Steve Biko, activista y compañero de Mandela, fue detenido por una tropa policial en Puerto Elizabeth bajo la Ley Antiterrorista Nº 83 de 1967 e interrogado durante 22 horas por agentes de la policía de seguridad en la Sala de Policía 619, un reconocido centro de torturas en ese puerto. Biko, después del "interrogatorio" fue trasladado en estado de coma a la comisaría de Walmer para ser encadenado inconsciente a la reja de una ventana durante 24 horas. El 11 de septiembre de 1977, la policía lo cargó en la parte trasera de un Land Rover, desnudo y esposado, y lo trasladó 1100 km a Pretonia, una prisión con instalaciones hospitalarias, para que fuese atendido (pese a que en el puerto contaban con atención médica). A las pocas horas de su llegada, el 12 de septiembre, falleció. Las autoridades aseguraron que su muerte había sido resultado de una prolongada huelga de hambre, sin embargo la autopsia reveló múltiples y masivas contusiones y abrasiones en el cuerpo y el cráneo, resultado de las torturas a las que fue sometido durante el interrogatorio y que habrían generado una hemorragia cerebral, la real razón de la muerte del activista. Niko fue la 23.ª persona que murió bajo tales circunstancias en los calabozos de Sudáfrica.

Para principios de los ochenta, las manifestaciones alrededor del mundo en contra del Apartheid ya eran recurrentes. En febrero de 1981, un partido universitario denominado la Alianza Socialista Democrática, había organizado una protesta pacífica y convocado a trescientos estudiantes en el rectorado del Occidental College de Pasadena, USA, exigiendo a las autoridades de la institución, desistir de las inversiones en empresas que tenían intereses económicos con el régimen sudafricano. Uno de los primeros en hablar frente a los manifestantes fue un estudiante de 20 años quien dio un breve discurso, “Hay una lucha al otro lado del océano. Pero es una lucha que nos conmueve a cada uno de nosotros. Una lucha que nos exige elegir uno de los bandos. No elegir entre negros y blancos o entre ricos y pobres. Es una elección mucho más difícil. Es una elección entre servidumbre y dignidad. Entre justicia e injusticia. Entre compromiso e indiferencia. Una elección entre lo que es correcto y lo que no lo es”, el joven se convertiría luego en el presidente de su país, Barack ObamaA esas alturas, Madiba y su causa repercutían en el mundo.

Las tensiones internas, la presión internacional, una economía casi colapsada y la violencia civil se hacían, cada vez más, insostenibles, y la imagen de Nelson Mandela, el popular Madiba ya se había convertido en un icono internacional de la lucha por la igualdad. En este contexto, en marzo de 1982 fue trasladado a la prisión de Pollsmoor. Se había especulado que se trataba de eliminar su influencia en la nueva generación de activistas encarcelados junto con ellos. Esto fue desmentido por el ministro Kobie Coetsee, del Partido Nacionalista. Aseguraba que se había tomado dicha decisión para permitir un contacto discreto con el Gobierno. Ya en febrero de 1985, asfixiado por las sanciones internacionales y la violencia interna, el Presidente Pieter Willem Botha buscando una salida, le ofreció a Mandela por primera vez su liberación a cambio de su renuncia a la lucha armada, sin embargo, debido a que la política del gobierno aun se resistía a renunciar a las condiciones del Apartheid para los negros, Mandela rechazó la oferta, haciendo un comunicado que su hija Zindzi hizo público: "¿Qué libertad se me ofrece, mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en los contratos."



"Sueño con ser libre. Pero me importa más la libertad de ustedes" 
Nelson Rolihlahla Mandela
Comunicado en que explica el motivo del rechazo a la oferta de su libertad








El 23 de marzo de 1985, en Uitenhage, un grupo de pobladores llevaron a cabo por primera vez en un juicio popular una brutal ejecución en contra de un concejal negro del distrito acusado de haber filtrado información al Apartheid. Colocaron la goma de un neomático en el cuello de la víctima, rociaron gasolina y luego le prendieron fuego. A este tipo de ejecuciones las llamaron Necklacing (Collares), y se convirtió hasta mediados de 1987 en una práctica de "Tribunales populares" para la disuasión y castigo, tanto para delincuentes comunes como para colaboracionistas del Apartheid. La víctima podría tardar hasta 20 minutos antes de morir, sufriendo quemaduras graves en el proceso. Estos juicios populares a menudo se hacían en nombre del CNA, sin embargo la organización lo habría negado así como condenado. En 1986, Winnie Mandela, entonces esposa de Nelson -aun en prisión incomunicado-, hizo una declaración percibida como un aval implícito de ese tipo de ejecuciones, "Vamos a liberar a este país con nuestras cajas de fósforos y nuestros collares (Necklacing)". Inmediatamente y de forma pública la CNA tomó distancia de la dirigente. El Necklacing representó el peor de los excesos cometidos en nombre de la causa y significó un enorme daño para ella. La Comisión de la Verdad y Reconciliación que constituiría más adelante Mandela, en 1998, durante su gobierno, investigó estos casos e identificaría entre los responsables a algunos activistas dentro del CNA.








"Los Necklacing representaron el peor de los excesos cometidos en nombre de la sublevación. Esta fue una forma particularmente horrible de la justicia popular" 
Lynda Schuster

Autora del libro A Burning Hunger



Todo ese año el Gobierno Sudafricano, acorralado, decide entablar una serie de reuniones secretas para negociar y sentar las bases de una transición para acabar con la violencia social en la que se había sumergido Sudáfrica. Con ello la posibilidad de Mandela para desmontar el Apartheid y la supremacía blanca, detener la violencia y conseguir la paz social, se hacían realidad. La primera reunión con el Partido Nacional se dio en noviembre de 1985 en el Volks Hospital, en Ciudad del Cabo. Kobie Coetsee y Mandela, que se recuperaba de una cirugía de próstata dieron inicio a una serie de negociaciones que duraría los siguientes cuatro años. En 1987, en Washington y Londres, autoridades habrían de calificar a Madiba y al CNA como terroristas. "Una organización terrorista típica (...) cualquiera que piense que va a gobernar Sudáfrica vive en una nube", la primera ministra de ese entonces, Margaret Thatcher, consecuente con su actuar y política, lo dijo así cuando anunció ese año que el Reino Unido no impondría sanciones contra el régimen del Apartheid, siguiendo el ejemplo del entonces presidente estadounidense Ronald Reagan. La realidad la desmentiría dos veces.

Con los años, el 4 de julio de 1990, Madiba se reuniría con Thatcher, entre sonrisas.








"¿Cuánto tiempo más se va a permitir la primera ministra (Margaret Thatcher) ser pateada en la cara por este terrorista negro?" 
Terry Dicks
Legislador del Partido Conservador Británico




Democratización

Una vez trasladado a la prisión Víctor Verster en 1988, algunas restricciones de carácter social, más no político, tales como el matrimonio mixto, fueron levantadas, incluso ciertos gestos como la ampliación de la frecuencia de visitas en prisión serían dadas, pero aun se resistían a ceder el voto a la comunidad negra. Para 1989, con el fin de la guerra fría y del enfrentamiento entre el comunismo y el capitalismo que se vería reflejado en la posterior caída del muro de Berlín en noviembre de ese año, las justificaciones "anticomunistas" en las que se había amparado el gobierno sudafricano para mantener el apoyo de gobiernos internacionales al Apartheid bajo el estigma de "bastión anticomunista" también habían caído. En este contexto, tras una apoplejía sufrida por el presidente Botha ocasionado por un derrame cerebral, Frederik Willem de Klerk, asume, un mes antes de la caída del muro, en setiembre, las riendas de las negociaciones entabladas con Nelson mandela, dando celeridad a los acuerdos intentando detener la explosión de violencia que se vivía. Las negociaciones empezaron a dar sus frutos en octubre de ese año, Walter Sisulu y otros prisioneros fueron excarcelados. Poco a poco, normas del Apartheid empezaron a quedar sin efecto, a principios de febrero de 1990 la CNA fue declarada legal y así mismo fue anunciada por televisión el 10 de ese mes, la liberación de Madiba para el día siguiente.










El domingo 11 de febrero, aproximadamente a las 3 de la tarde, Nelson Rolihlahla Mandela después de 27 de años de encierro y a la edad 71 años era liberado sin cargos. Fue una fiesta en todo el país, cerca de 500 mil personas abarrotaron las calles de cabo para oír hablar en la plaza principal después de 3 décadas a un hombre que con sus errores y virtudes, por su esfuerzo se había convertido en el más famoso de su país, símbolo mundial de la lucha por la igualdad.

Sólo tres meses después de liberado, Madiba lideró la CNA en una reunión con el Gobierno para llegar a un cambio pacífico y terminar por democratizar Sudáfrica. Ambas partes asumieron el compromiso. El 17 de junio el parlamento sudafricano derogó las normas del Apartheid. El esfuerzo por tener éxito en las negociaciones para la transición, entre el último presidente del Apartheid, Frederik de Klerk, y Nelson Mandela sería reconocido con el Premio Nobel de Paz de 1993, para los dos hombres. Un año más tarde Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica con una victoria aplastante y lejos de tomar venganza contra los blancos, mantuvo a De Klerk como vicepresidente, en un intento por llevar a la práctica su discurso de igualdad e integración de todas las razas. Madiba renunció a una tercera parte del salario y creó un Fondo para la Infancia, seguro de que la educación es la mejor arma para hacer un mundo mejor, así mismo puso en marcha una política de reconciliación nacional y constituyó la Comisión para la verdad y la reconciliación presidida por el arzobispo y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, cuyos resultados se hicieron públicos en junio de 1998. El documento señalaba no solamente los abusos y crímenes del régimen segregacionista, sino también crímenes cometidos por pobladores y los diversos grupos de los movimientos de liberación, incluido el CNA. Las reacciones no se hicieron esperar, la CNA que inicialmente promoviera la investigación, ante los resultados, declaró su repudio al informe acusándolo de sesgado, sin embargo Madiba respaldó la CVR e intercedió en su partido para la aceptación del documento y su contenido. El proceso fue lento y doloroso, la violencia social fue difícil de doblegar, la verdad difícil de hallar, los enfrentamientos entre las partes llegaron a extremos inimaginables, incluso se temió llegar a una guerra civil, sin embargo, aunque no perfecta, se consiguió con mucho esfuerzo una integración y a una relativa paz social. Al terminar su mandato en 1999 el entonces presidente abandonó la vida política.

En el 2008, el Congreso de Estados Unidos aprobó una medida para sacar a Nelson Mandela de su lista de terroristas. 



“La aprobación de la medida ayudará a borrar por fin la enorme vergüenza de haber deshonrado a este gran líder al incluirlo en la lista de terroristas de nuestro Gobierno” 
John Kerry
entonces senador, actual secretario de Estado estadounidense



El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, anunciaba en un discurso televisivo a la nación, la desaparición de su predecesor, y ordenó el luto nacional.



"Mandela murió serenamente en su casa de Johannesburgo. Quiero recordar con simples palabras su humildad, su gran humanidad por la que el mundo entero tendrá para siempre gran gratitud para con él (...) Madiba nos unió y juntos vamos a despedirlo. Nuestro amado Madiba recibirá un funeral de Estado. Expresemos la profunda gratitud por una vida vivida al servicio de la gente de este país y de la causa de la humanidad. Es un momento de profundo dolor. Siempre te amaremos, Madiba"



Madiba falleció el 05 de diciembre del 2013.





“No puedo imaginar mi propia vida sin el ejemplo de Nelson Mandela. Mientras yo viva, voy a hacer lo que pueda para aprender de él (...) Es probable que nunca volvamos a ver a alguien como Nelson Mandela”  
Barack Obama

Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica







¿Quién es Mandela? Ustedes juzguen.






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2 Miradas :

Necia .....[Responde este comentario] dijo...

o sea, despues de varios años de ser elegido como premio nobel de la paz, ee.uu. recien se da cuenta que es hora de sacarlo de su lista de terroristas. para llorar

considero que mandela fue un hombre de su tiempo y tuvo que lidiar con la realidad de su pais. definitivamente, no podemos decir que fue un santo pero tampoco un maldito que se merece arder en el fuego del infierno

me quedo con su imagen imperfecta de ser humano pero a pesar de ello, logro un mundo mejor para las generaciones que vendran. un ser humano maravilloso al que definitivamente, debemos imitar

descanza en paz, madiba

marco .....[Responde este comentario] dijo...

Madiba estaba incluído en la lista norteamericana de terroristas por conveniencia política @Necia, el Apartheid representaba el sector más reaccionario y se erigia como el bastión anticomunista en esa parte del planeta mientras que Mandela y su causa representaban al comunismo al que los países que apoyaban el Apartheid habían declarado la guerra. Con el fin de la guerra fría, no había como justificar el apoyo a un régimen tan críminal. No fue cuestión de darse cuenta, fue cuestión de conveniencia. mandela no fue un santo, como bien dices, fue un ser humano que combatió los crímenes con todas las armas que pudo encontrar, la paz, la violencia y el perdón fueron las respuesta y las armas a las que recurrió a lo largo de su justa lucha. Sin duda, como dices, un ejemplo de ser humano.

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