Antes que nada y por las dudas, The Beaver (el Castor), no es una comedia. Es un anómalo drama familiar, extraño, con brisas de humor infantil y negro en un oscuro y extremista ambiente surrealista que linda con la inocencia y las muchas miserias de la vida familiar, entre el autoaislamiento, la soledad, las expectativas como ser humano y la constante búsqueda de la felicidad.
viernes, 20 de abril de 2012
The beaver
Antes que nada y por las dudas, The Beaver (el Castor), no es una comedia. Es un anómalo drama familiar, extraño, con brisas de humor infantil y negro en un oscuro y extremista ambiente surrealista que linda con la inocencia y las muchas miserias de la vida familiar, entre el autoaislamiento, la soledad, las expectativas como ser humano y la constante búsqueda de la felicidad.
jueves, 5 de abril de 2012
Un cinco de abril
foto de César Romero Calle
periodista de La república
Desde ayer la pileta de la plaza de armas luce con aguas rojas. Aguas rojas que recuerdan la violencia, las vejaciones y el desprecio a los derechos humanos que se impusieron a consecuencia del autogolpe del cinco de abril, hace veinte años. Un domingo de otoño, dos años después de las elecciones, al caer la noche, las calles del centro de Lima fueron invadidas por tanques, metralletas y fusiles, que violentaron la democracia a punta de disparos. Alberto Fujimori se adueñaba, con el apoyo del Ejército Peruano, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional, de los poderes del estado (Al día siguiente haría público el respaldo mediante un comunicado firmado por Nicolás Hermoza Ríos, General del Ejército, Arnaldo Velarde Ramírez, Comandante General de las FAP, Alfredo Arnaiz Ambrossiani, Almirante Comandante General de la Marina, Adolfo, Cuba y Escobedo, Teniente General de la Policía Nacional del Perú. Un apoyo que no se hubiese dado sin un elemento influyente: Montesinos. El mismo que fuera sacado de la milicia por vender secretos de estado al extranjero). Así como en 1879 también un cinco de abril Chile nos declaraba la guerra y tras la sangre y las vejaciones a peruanos se gritó en nuestras tierras ¡Viva Chile! como bien nos recuerda Fernando Tuesta, en 1992, tras la sangre y la violación de la democracia también se gritó en tierras incas ¡Viva el Golpe!
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