Las mamás deben tener algún secreto muy bien guardado ya que nunca he oído, así esté de visita, quejarse, cuando coopera en la cocina, por algún travieso aroma de frituras o comida en general impregnado en su cabello o en alguna parte de su ser: puesto que con algún envidiable secreto no parecen sucumbir ante penosa condición; sin embargo, a cuanta chica he conocido, cuando está en esas cooperaciones imprevistas siempre he oído o alguna quejilla o no te acerques mucho que estoy oliendo a comida: un clásico en las mujeres tipo Los ricos también lloran. Tal vez el motivo, ya que hay cierta diferencial en ese caso, sea las cantidades industriales de maquillaje que por toneladas ocultan el verdadero rostro de la fémina, que sin tales herramientas muchas veces resultan irreconocibles!!; tal vez el gel en el cabello, algún brillo, o no sé. El asunto es que esos incómodos momentos han fallecido, enterrado y al parecer olvidado: el vergonzoso momento ha sido remplazado por un orgullo esplendoroso; como leí en algún momento la sangre es olor grato a Dios, en este caso, el olor a fritura y grasa quemada es agradable a... bueno serán a ellas, supongo!
Sucede pues, que los fanáticos de las hamburguesas en Nueva York, que esperaban comer y despedir el aroma de su plato favorito entre sus poros esta Navidad, quedaron decepcionados, luego de que la nueva colonia de Burger King, Flame, con aroma a Whopper de la conocida casa de comida rápida, con un costo de 3.99 dólares, se convirtiera en uno de los productos más difíciles de hallar durante las festividades de fin de año; llegando después de haberse agotado el stock, a un costo de 70 dólares en eBay...