Cipriani y la PUCP: deceso de la cultura QEPD.

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"Apenas posesionado de su cargo como arzobispo de Lima, monseñor Cipriani formuló un conjunto de demandas a la universidad. Él no quería disfrutar sólo del título honorífico de Gran Canciller y de las atribuciones decorativas que le confiere el artículo 6; del estatuto de la PUCP, sino quiere ser un presidente efectivo de la institución. Es decir, nombrar al rector, a las autoridades y profesores y poder decidir sobre los currículos.

Fernando Rospigliosi

declaraciones cuando el primado asume su actual cargo

"La presencia de la Iglesia en la educación es un hecho positivo, aunque ciertamente se ha debilitado su propuesta notablemente cediendo a la presión de una falsa apertura relativista"

Juan Luis Cipriani

inauguración del Congreso-Seminario

"Diagnóstico y perspectivas para la nueva evangelización en América Latina"

Estatuto de la Pontificia Universidad Católica del Perú

Artículo 6º.- El Gran Canciller de la Universidad es el Arzobispo de Lima, Primado del Perú. Hay un Vicecanciller designado por la Conferencia Episcopal, quien sustituye al Gran Canciller en caso de vacancia, ausencia o impedimento de éste.

Son atribuciones del Gran Canciller:

a) ejercer la presidencia de honor de la Universidad;

b) velar para que la Universidad cumpla sus fines institucionales ejerciendo las funciones que las normas de la Iglesia Católica prescriben en lo referente a la enseñanza de la teología, a las cuestiones de fe y al cuidado pastoral dentro de la Universidad;

c) mantener la vinculación de la Universidad con la Santa Sede y el Episcopado Peruano;

d) nombrar al Director del Centro de Asesoría Pastoral Universitaria, ponderado el parecer del Consejo Universitario;

e) las otras establecidas en este Estatuto.

Tras dos años de disputa judicial, el fallo de la Octava Sala Civil de Lima declara improcedente el amparo que interpusieron contra el representante del Arzobispado de Lima, quien exige participar en la administración de los bienes legados al claustro por José de la Riva-Agüero y con ello, alterar la autonomía universitaria. argumentando que no existe prohibición legal que impida que un testador pueda imponer una condición, como una Junta Administradora, sobre los bienes que lega.

Juan Luis Cipriani, el mismo que responde su comportamiento a una Iglesia con sede en Roma y grita sin reserva alguna, a los propulsores del Museo de la Memoria, el gobierno alemán, que “no se debe permitir injerencias extranjeras”; el mismo que dice que ese Museo al hablar de los asesinatos durante la época subversiva, "no contribuye a la reconciliación del país" cuando tenemos un Museo que muestra los asesinatos y torturas de la Iglesia en el Perú, porque es parte de nuestra historia, porque no debemos olvidar; el mismo que afirmó que "los derechos humanos son una cojudez"; el mismo que se expresó en favor de la pena de muerte a Abimael Guzmán, cuando afirma que el quitar la vida es sólo un derecho de Dios; el mismo que en la puerta del Arzobispado de Ayacucho colocó en una pizarra "No se aceptan reclamos sobre derechos humanos"; el mismo que, cual cómico de café teatro, hizo gala de su mejor verbo a manera de clase maestra en la Escuela militar de Chorrillos, con mentadas de madre y toda clase de improperios; el mismo que participó como mediador entre el grupo terrorista MRTA y el gobierno, para distraerlos y así puedan ser eliminados, mostrando luego, un llanto histriónico y cómodo; el mismo que cobra hoy del estado, de los contribuyentes, o sea de todos nosotros, la módica suma de 15,600 soles ($4800 aprox) mensuales, según y gracias al Concordato Estado Peruano-Iglesia Católica, Decreto-Ley N° 23211, firmado el 24 de julio de 1980, durante el gobierno defacto del nefasto Morales Bermudez; el mismo que comparó a Cristo con Fujimori alegando injusticia, claro! si ganaba casi 40000 soles cada mes, durante su gobierno; el mismo que pertenece merecidamente al Opus Dei, famosa prelatura por sus controversias, acusada de proselitismo agresivo y de auto flajelaciones, de hermética, sectorista y discriminadora, de intransigente, ultraconservadora, y casi esclavisadora; el mismo que fue condecorado con la orden del Sol en enero de este año por quién sabe qué; el mismo que llevó, incansable, cual guerra santa, su disputa por la administración de la Pontificia Universidad Católica al poder judicial y que hoy, para lamento de la educación y la libertad en el Perú, ha ganado en la Octava Sala Civil de Lima, cosa que hace temer censuras a la libertad de opinión y la imposición en mentes frescas de la intolerancia e ideas verticales, e incluso, como afirman algunos, de seguro de malas lenguas, la conversión de la universidad a un arca que sirva de soporte económico para el Opus Dei, por ejemplio, la edificación de La Residencial Del Portillo, ex cole de la misma prelatura, ubicada entre Horacio Urteaga y Nazca, en los alrededores del Campo de Marte, en Jesús María, Lima, que según el aviso clasificado de el diario El Comercio, de el 18-03-07, va a tener capilla, sala de usos múltiples, sala de internet, cámaras de video de seguridad, sistema de alarma contra incendios, gimnasio, piscina, etc Provecho!

Lejos de llegar a la conclusión del por qué el interés de Cipriani o el Opus Dei por obtener poder en una de las Casas de estudio más prestigiosas del país, reflexiono preguntándome, no debe ser acaso una universidad católica, ante todo, una universidad?!, que si bien es cierto, debe responder a determinados valores, llamemoslos religiosos, en su enseñanza, no debe también responder, acaso, a la diversidad de opiniones y posturas, a la tolerancia, y a la libertad? Encasillar una casa de estudios no es más que limitar el espíritu crítico de una institución universitaria como tal y condenarla a la mediocridad y a la sumisión.

He aquí al que tendrá el poder administrativo de un lugar en donde debe preservar la cultura, la inteligencia y la libertad.


Me quedo con las declaraciones de distintos catedráticos y alumnos, como apoyo a su casa de estudios, para el diario La República, "La PUCP primero es universidad y después católica".