Obama es ahora el presidente de los Estados Unidos de Norteamerica; ingreso a la casa blanca que significa, no sólo para sus ciudadanos, sino para todo el planeta, por sus relaciones e influencias en el mundo occidental, una nueva etapa, que promete esperanza y tino tras el molesto paso de George W. Bush por ese recinto, en donde las ideas pretendan prevalecer y el concilio entre partes.
Obama en su discurso, no pudo evitar hablar sobre el enemigo por excelencia del estilo de vida estadounidense, que llevó a la China a ejercer una no muy sutil censura; es pues que el nuevo presidente incluyó en su discurso, partes de lo más ofensivas para los herederos de kung fu tse, y algo tontas para quienes algo saben de ambas tendencias, pero estimulantes para el norteamericano común, tan ensimismado y cegado por la avalancha publicitaria en el cine y la televisión que le grita constantemente en el tímpano tener el mejor estilo de vida y la mejor política social económica cuando no es tanto así, como una de las tantas muestras lo evidencia en Lousiana tras el desastre natural que conocemos. La desigualdad se evidencia por montones...