La rutina siempre llega a caer cual saco pesado encima de las endebles espaldas de una pareja que más allá de soportar cuanto inconveniente aqueje la salud de la relación, debe también, sobrellevar, de acuerdo al tiempo que anden por una senda con la mirada fija a un mismo rumbo, todas aquellas cosas que los años trajeron y que como un carrusel va dando vueltas a nuestro alrededor mirándolas una y otra vez sin que nada pueda romper la tan conformista, miserable y amordecedora costumbre...
-- chicos, voy a ir con mi mamá a comprar a la tienda de la esquina, para tomar un lonchecito, ya?, no demoramos -- Nada fue premeditado, planeado; fue sólo y nada más parte del momento en que ambos, con las hormonas al tope y aprovechando la oportunidad de la secreta soledad de la casa de la vecina de Lince, es pues que dispusieron el sofá de la sala como lienzo para dibujar formas y sombras a medio vestir y sin contar el tiempo adecuado para regresar a la postura inocente de quienes sólo velaban por el resguardo de la casa que por unos escasos minutos evidenció todo lo que se puede hacer en tan poco tiempo.
-- déjame triunfar -- era la oración de ella, quien, luego de un pesado viaje, pedía a su guardia familiar, romper con lo estipulado protocolarmente para huir con quien la esperaba, a eso de las 3am, de la reunión de camaradería en la Colonial, entre compañeros de estudio, para ir por la Marina en busca de un refugio que albergue el desahogo íntimo de sus deseos guardados, cual aventura en el primer hotel que pueda aplaudir las caricias, roces y húmedos labios a punto de reventar aun antes de llegar!; el desconcertante regreso fue a las 6am cuando todos guardaban reposo.
-- el baño está ocupado -- se oía la voz algo afónica desde el fondo, en el baño a puerta cerrada, por las no muy pocas bebidas que ella había consumido desde el inicio de la fiesta en casa del novio de la amiga, rumbo a pampa chica; era pues, que valiéndose de la lejanía del tumulto de gente que albergaba la muy ostentosa casa, con la excusa de una obligada y comprensible necesidad fisiológica consecuencia de la bebida, es pues que encerrados estaban ambos, que acelerados por la bebida y los deseos, aun de pie, no vieron obstáculo en saciarse sin mudarse de ropa; cuando aburridos de tanto esperar la pequeña cola afuera del baño se desvaneció permitiendo ella salga con su pequeño vestido negro y él con un jean y polo, por distintos caminos para encontrarse nuevamente y por mera casualidad en la sala de la inmensa casa.
La aventura y la ruptura de la protocolar rutina es lo que aviva al ser humano y sus relaciones; es una de las formas de llegar a mantener una sana y divertida relación, en la que ambos son amantes, cómplices y protagonistas. Salud por eso!
12 Miradas :
La rutina, la rutina, esa rutina. Marco, el ser humano es un ser social, se acomoda a ciertas normas, está entrenado para convertir su mundo en una rutina tras otra: la hora de despertar, (si no te despierta el timbre del despertador, tu cuerpo "se despierta" solo) de ir al trabajo, a la escuela, la misa, desayuno, almuerzo, cena, formas de vestir, actuar, etc.
El sexo, definitivamente, no escapa a la monotonía, al contrario; pasado cierto tiempo, como que la pareja ya sabe lo que le gusta al otro y tiende a hacer lo mismo una vez tras otra, y se convierte en una función más del día, después de la semana, del mes, cada dos meses... hasta que ya se olvidan que la cama puede servir para otra cosa que no sea dormir. Sí, la rutina lo mata todo.
Y ahora que lo pienso, a ver... ¿el jardín? ¿la cocina? ¿la escalera? hum... como que medio peligroso, eso no, ya te cuento.
El anónimo polémico (no esta vez)
El peligro es un plus, la adrenalina aviva y mata la tan odiosa rutina, esa es la idea!.
Un abrazo
Marco Palacios
Hay Marco, lo único que te puedo decir es que toda regla tiene su excepción, en algunas parejas desgastadas quizas por el pasar del tiempo, no siempre el problema tiende a relacionarse con lo "sexual". Por otro lado, anónimo polémico, en lo que te doy la razón, por experiencia propia, es que definitivamente llegas a conocer o saber lo que a tu pareja más le gusta pero eso no significa que vayas a caer en la rutina repitiendo una y otra vez lo mismo, porque a ninguno le gusta de una sola forma y en muchas ocasiones el lugar hace que la misma postura sea diferente; y para terminar, definitivamente que la adrenalina que te brinda el pensar que alguien puede llegar y descubrirte te hace disfrutar aun más
Viva la adrenalina!!, jeje
Besos
Marco Palacios
A seguir buscando esos riesguitos pues, definitivamente, arriba la adrenalina
A ver pues, a hacerlo en la escalera, ojalá no se caiga mi pareja, porque sino viene el tremendo juez a enjaularme de nuevo, esta vez por intento de asesinato. En mi defensa diré que ustedes me convencieron, que me obligaron, y yo, tan noble que soy, me dejé llevar por sus consejos.
El anónimo polémico.
Justo hay un capítulo de Nip Tuck en que al tener relaciones al filo de una azotea, la chica pierde el equilibrio y cae!!, curiosa tu idea anónimo!!
Un abrazo
Marco Palacios
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
En la escalera??????? La verdad, buen lugar y no te preocupes, si la sabes hacer, nadie se caerá.... Si recuerdo ese capítulo, lo máximo y no por el hecho de la caida, sino todo el capítulo fue buenazo, aunque no creo en la escalera sea igual que en la azotea.
En la azotea hace más frío.
Mmmmmmmmmmm me imagino que debes tener razón, mucho más frio jeje
la colonial?????? mmmmmmmm no me desepciones markito. me contaron por ahi de algo parecido......... de nueeeeeeeeeevo??? no ps!!!!! que te estan volviendo loco????? jajajajajajajajajajajajajajaja. igual te perdono!!!! yo me encargo de sacarte toda locura de tu cabeza!!!!!
besitos
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