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martes, 26 de octubre de 2010

Las drogas y su legalización




28 de octure de 1919, la Ley Volstead, concebida y escrita por Wayne Wheeler, era promulgada en los Estados unidos de norteamérica por la Enmienda XVIII a la Constitución de los Estados Unidos, después de haber sido anulado el veto a la misma, interpuesto por el presidente y premio nobel Thomas Woodrow Wilson. Antes, ya para inicios del siglo XX varias autoridades conservadoras y religiosas, en su mayoría protestantes anglosajones, vinculaban la venta y el consumo de alcohol con decadencia moral, pobreza, delincuencia, enfermedades y prostitución, rechazando incluso las costumbres domésticas de los inmigrantes irlandeses, alemanes, y de Europa Oriental que incluían sin mayor alarma el licor. Una de las activistas del Movimiento por la templanza, Carrie Amelia Nation, cuyo nombre fue registrado como marca en el estado de Kansas (Carrie A. Nation, en castellano, levantar una nación), ganó muchos adeptos cuando ingresaba, con su 1.82m de altura, a las tabernas con un hacha para destruir las botellas que encontrasen. Ella misma se describía como "un bulldog que corre a los pies de Jesús ladrando a lo que él rechaza".

Sin embargo el impacto de la Ley Volstead, llamada así en honor a Andrew Volstead, presidente del Comité Judicial de la Casa Blanca quien patrocinó, facilitó y supervisó su aprobación, no fue el esperado. En vez de disminuir el consumo y el negocio, generó mercados negros, elevó el consumo y sus precios y con ellos, el nivel de delincuencia y prostitución, haciendo que el crimen organizado llegue a niveles de actividad nunca antes mostrados. Antes de la ley, habían 4000 reclusos en todas las prisiones federales; para 1932 habían casi 27000, sin contar a los que por cupos se mantenían libres, y la corrupción había llegado a las máximas autoridades locales. El famoso agente del Tesoro, inspiración de muchos filmes hollywoodenses, Eliot Ness, logra apresar a Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone, uno de los más temidos ganster de los 30, bajo el cargo de evasión de impuestos, pero el poder y el negocio clandestino no cayeron hasta la revocación de la Ley Seca, derogada por la Enmienda XXI, el 21 de marzo de 1933, cuando Roosevelt firmó el Acta Cullen-Harrison que legalizaba la venta de licor...

Hasta no hace mucho, dadas las elecciones municipales, Un tema de debate de capital importancia que resurge periódicamente, volvió a protagonizar las portadas limeñas, debido a declaraciones de la virtual alcalde de Lima Susana Villarán, mermadas y satanizadas, por medios y rivales como Humberto Lay (sin recordar que su socio PPK está a favor de justamente la misma medida) en las que afirma puede ser una solución (como algunos intelectuales como MVLL han sostenido) por el bien de la sociedad, resurgiendo su posibilidad: la legalización de la droga.

Históricamente, el hombre siempre ha consumido sustancias que alteran el funcionamiento normal del sistema nervioso central, siendo el alcohol y los opiáceos, los primeros psicoativos empleados con esta finalidad ya alrededor del año 5.000 a.C. con fines mágico-religiosos, para huir de la realidad (adversa) o para enfrentarla, por fines médicos o por simple placer. Hasta finales del siglo XIX el consumo de opiáceos nunca habría sido considerado como un verdadero problema sanitario en Occidente, sin embargo con la popularización en los 60, inicialmente en USA e Inlgaterra, del consumo como droga recreativa, junto a la cannabis de la heroina (diacetilmorfina), creada en 1874, como el primer opiáceo semisintético, comercializada por Bayer como sustancia antitusígena sustituyendo al opio y a la morfina en los tratamientos de deshabituación, con gran éxito comercial en todos los continentes, por su alto efecto antiálgico y estimulante, y el rápido incremento de los casos de adicción, generando comportamientos heroinómanos, que culminaron con la muerte de por lo menos una generación de adictos de heroína inyectable (yonquis), las autoridades prestaron atención al fenómeno catalogándolo como un problema, aunque cabe señalar que mucho antes, en ocasiones habría sufrido el mismo concepto: En Egipto, se hallaron 2 papiros datados en 2000 ac, en uno decía: "Yo, tu superior, te prohíbo acudir a tabernas. Estás degradado como las bestias"; y en el otro "Me dicen que abandonas el estudio, que vagas de calleja en calleja. La cerveza es la perdición de tu alma".



"...Espectáculo abominable para la vista, ofensa odiosa para el olfato, costumbre dañina para el cerebro y peligroso para los pulmones".


rey de Inglaterra
prohibición del tabaco en 1604




Por otro lado recién asta 1859, cuando Albert Niemann aisló la cocaína de la hoja de coca, el consumo no era notable fuera de América, pues el complicado transporte de las hojas generaba la pérdida de los principios activos. Con la mejora del embalaje del producto y con el aislamiento de su principio activo, la cocaína empezó a ganar espacio entre los consumidores europeos. Así, laboratorios como Merck y Parke Davis aislaban la cocaína en América y transportaban el producto en bruto. En 1863, un farmacéutico francés, Angelo Mariani, creó un preparado de extracto de coca y vino (Vino Mariano) que tuvo gran éxito comercial como bebida tonificante. Así, el norteamericano John Styth Pemberton, hizo lo propio en su tierra en la que combinaba vino, cocaína y cola (una nuez africana que contiene cafeína), titulándolo Coca Cola.

A principios del siglo XX (1909), Estados Unidos organizó en Shangai una reunión internacional sobre el comercio de opio, con la finalidad de regular y dominar el mercado mundial de la sustancia sin mayor relevancia. La Haya, entre 1911 y 1914 realizaron sucesivas Conferencias en las que 44 países firmaron un compromiso para esforzarse por controlar el tráfico interno de heroína y cocaína, luego firmado por la mayoría de países en 1919. En la primera Asamblea de la Liga de las Naciones, el 19 de febrero de 1925, se suscribió la Segunda Convención Internacional sobre opio en Viena en donde se restringe el tráfico del opio, morfina, cocaína y el cannabis, excluyendo el tabaco y el alcohol dando pie a una serie de medidas mundiales para erradicar el consumo de las drogas ilícitas. La más reciente iniciativa internacional acerca del tema ha sido la Asamblea General Extraordinaria de la ONU, sobre drogas, de 1998, en Nueva York, en donde se habló de la reducción de la demanda, la eliminación de cultivos, el lavado de dinero, los precursores químicos, las drogas de síntesis, y la cooperación judicial, haciendo que gran parte de los países actualizaran sus legislaciones internas para modernizar sus sistemas legales y adecuarlos a las nuevas directrices en contra de ese comercio en una lucha directa contra el narcotráfico que parece, pese al esfuerzo y a las fortunas vertiginosas invertidas, estar condenada al fracaso sistemático.

En los Estados Unidos de norteamérica, cuando fue legalizado nuevamente el consumo del alcohol, el licor siguió haciendo el mismo daño que antes, pero ya no se consumían tan vastos recursos, la delincuencia y los asesinatos descendieron notablemente, se inició el tratamiento de los alcohólicos y desapareció una fuente importante de corrupción.

Según un sector de científicos, la drogadicción debe tratarse como un mal epidémico; es decir, proponen como una posible solución la inversión de una pequeña parte del dinero de la fortuna que normalmente gastan en combatir el narcotráfico, en la investigación de antídotos, educación de jóvenes y tratamiento de drogadictos, se obtendrían resultados incomparablemente mejores. Sostienen que al legislar las drogas, desaparecería el interés de los traficantes por conseguir nuevos clientes (puesto que no es clandestino), por lo que no se tendría que reclutarlo como vendedor ni se tendría que convertir en criminal. A su vez, el SIDA que se expande notablemente por este grupo de consumidores, debido al uso compartido de agujas hipodérmicas, de legalizarse la droga, desaparecerían las limitaciones que impiden a los drogadictos tomar las precauciones para evitar el contagio.

Hoy la adicción a la Pasta básica de Cocaína, producto de la refinación del clorhidrato de cocaína, sigue siendo la más preocupante en los países occidentales, por sus fatales consecuencias con miles de millones en inversiones destinadas al tratamiento de desintoxicación y a la prevención al consumo. Se estima que con la legalización, la pasta dejaría de existir por ser un subproducto del proceso de refinación, ya que desaparecerían las cocinas clandestinas de cocaína en donde se producen y tener una fábrica sólo para la pasta no es lucrativo.

Gastar enormes fortunas de dinero en una batalla que día a día, con el contínuo incremento de adicción y del narcotráfico debido al incentivo económico que promueve la clandestinidad, parece ya haber escrito una historia de fracaso. No sé si la legalización de las drogas sea una solución, pero podría ser una alternativa para por lo menos, discutirla y no mantenernos en un carrusel donde la historia se repite una y otra vez.








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1 Miradas :

Charlie Goz .....[Responde este comentario] dijo...

Buenísimo el post! Totalmente de acuerdo, deberían legalizarla y terminar con la corrupción y las cárceles atestadas de "criminales" que el sistema construye y condena

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