Como bien comenté en un inicio, el tema que dio pie a los primeros artículos de mi blog se hallaba bajo la mirada de quienes con su mejor intención intentaban enderezar este árbol caído en el buen camino hacía la luz de la verdad, en el centro del corazón de nuestro salvador; una cita en el messenger de la poesía de vallejo me revelaba inocentemente y sin intención, como un ateo contumaz. Libré batallas verbales con entereza, para defender mi postura, citando al bastión de la iglesia católica, la biblia, sus cantinfladas, sus mezclas agridulces y sus groseros errores de acuerdo a la época en que los iluminados, en representación de Yhvé, la escribieron y/o recibieron el dictado divino; esto, lo comenté en un artículo el cual me convirtió nuevamente en víctima de amistades que, mediante sus firmes convicciones, me deseaban mi bien, intentando descubrir mis ojos ante el ser, arrebatándome mis conclusiones que, como venda en mis ojos, no me permitía ver cuan equivocado estaba. Lamentablemente, para sus fines altruistas, muchas de mis amistades, deben alejarse de la fuente y base escrita, de su credo, restándole sostén a su fundamento, reinventándola para sí mismos, ya que heredaron de sus padres el fervor pero no el contenido bíblico, al igual que sus ancestros, con un Dios muy personalizado de acuerdo a su educación y moral, con la personalidad que ellos imponen, para no caer en los gruesos errores de los que inocentemente cayeron quienes la escribieron originalmente. Cabe recordar que el Jehová del antiguo testamento tiene más defectos que un "ser humano defectuoso"; tal vez en eso radica su divinidad y su genialidad; es pues que en el Antiguo Testamento se describe a un ente, egocéntrico y vanidoso; cruel, sádico y vengativo; genocida e injusto.
Justamente el problema de los creyentes es que la mayoría obvia el antiguo testamento para acomodar a su Dios a sus exigencias; basta con leerlo su perfil sin prejuicios, para atinar con estos conceptos.
La Biblia, la palabra de Dios, del creador de todo, del omnipotente, de la bondad y la perfección, el que todo lo sabe y nunca se equivoca, apoya la esclavitud, el sometimiento y la inferioridad de la mujer, el incesto, la mentira, abomina la homosexualidad y la sentencia con ácido, promueve la venganza y es selectivamente injusta...