Todos hemos disfrutado, justo cuando ves la última repetición en la tv de tu programa favorito, o cuando el gol tan esperado está a punto de llegar, o cuando haciendo un trabajo tienes en la cabeza cientos de números a punto de colapsar con una comilla más, o cuando la comida está por quemarse, o cuando estás en el único momento en que relajado puedes disfrutar de un momento calmo o peor aun, cuando estás durmiendo, el sonido del timbre anunciando, un domingo temprano en la mañana, casi, casi, con el primer brillo del sol, la llegada de 2 o más personas, a veces de camisa blanca y corbata negra, a veces humildemente vestidos, pero todos con una sonrisa calma, un librito bajo el brazo, y una revista que mostrarte, muy seguros de inundarte de palabras rimbonbantes de cómo cambiarte la vida que asumen como verdad absoluta, casi, casi, como un axioma: llegaron para ofrecerte la salvación, para compartir su sabiduría, para hablarte de la palabra de Dios, para joderte en tu momento de descanso!
Hace muchos años, con excesivo agrado oí un tema por la radio, que reflejaba a plenitud esos momentos de éxtasis; era Pochi Marambio con su banda Tierra Sur, que con impresionante realismo, en uno de sus temas, llaman a la puerta, parecía atestiguar lo que sentimos cuando con el rostro inerte, inexpresivo, y la mirada perdida, tenemos al frente, 2 tipos que robándote un tiempo precioso de quietud, te bombardean de preceptos que nunca quisiste oír, ya sea porque eres de otra religión, o porque eres ateo, o simplemente porque no se te da la regalada gana de oírlos, que aunque, con total educación, les digas que no estás interesado, insisten como pulga en perro, en sacarte el mayor tiempo posible hasta que cierres la puerta, o se la avientes en la cara.
Llaman a la puerta
Hace un tiempo, a raíz de un artículo que publiqué llamado Bombardeo Ateo, Silvi, atinó a reflexionar en un comentario que dejó en ese artículo, preguntándose por qué un ateo debe tener cuidado para no ofender a un religioso, cuando ellos nunca tienen ese gesto para con nosotros. Ella, generosa como siempre, el día de ayer, compartió conmigo un video catártico de como a un grupo de chicos liderados por Juan Safran, se les ocurrió, una dulce venganza, en pagar con la misma moneda, a los creyentes, ya que los ateos, víctimas insufribles de quienes quieren, a la fuerza compartir su credo, son, generalmente acribillados por estos ejemplares, sin respeto a su no creencia, sin la educación de comprender que su idea es su libre elección.
A todos los que hemos pasado por ese martirio, vean ambos videos, les aseguro, lo van a disfrutar!
A todos los que hemos pasado por ese martirio, vean ambos videos, les aseguro, lo van a disfrutar!
La venganza
8 Miradas :
jajajajaja a la mela ¡buena la hicieron!
Patarashca
Bueno, estoy de acuerdo con que esas visitas son muy pesadas, pero lo que le hicieron al viejito del palo, jajaja. Se malearon.
Slds.
jajajajajaja estuvo buiiina, y sobretodo que lo hicieron en la capital mundial de los mormones: Salt Lake City. Esos joden pero que da miedo!
El anónimo polémico
La libertad de conciencia es un derecho fundamental del ser humano. Personalmente estoy harta de que no se respete mi condición de no creyente y voy a tomar cartas en el asunto haciendo lo mismo que estos sujetos. Prepararé pasquines para el efecto. jeje-
Silvi rules! y toma fotos o graba la experiencia para que la compartas con nosotros.
Patarashca
jojojojojojojojojojojojojojojo que maleadosssssssss!!!!!!!!!!!! ya ps silvi!!!!! yo me apunto tambienn!!! pero solo en plan de joda porque soy catolica,no cucufata ahhhhh!!!!!!!! pero igual joden sobretodo los testigos de jehova!!!!!!!! ahi mke apunto!!!!!!!!!!!
Una repuesta así es totalmente comprensible. Todos podemos pensar tener la razón, pero no tenemos el derecho de imponer u obligar a otros a que piensen igual que nosotros cuando no se han dado las circunstancias o no se ha solicitado, aun pensando de que hacemos un bien.
Slds.
Qué bueno que a pesar de los diferentes credos que podamos tener todos estemos de acuerdo en lo incómodo y asfixiante que es la predicación de puerta en puerta; aunque siempre hay que estar conciente de que esas personas piensan que te están salvando la vida.
Besos y Abrazos
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