Pope Joan, la papisa Juana

Hace unos años escribí sobre un caso que la iglesia actual se ha tomado, más de una vez, molestias para negar la veracidad de lo que hoy, a fuerza de bolas se ha convertido en no más que una leyenda. Es la historia de Johannes Anglicus, Juan el Inglés; es decir, la historia del papa Juan VIII, la mujer Papa, que ha sido llevada al cine por segunda vez...

Recapitulando un poco la historia que ya habría yo relatado anteriormente, daré un pequeño resumen:

Juana nació en el 822 y fue hija del monje inglés Gerbert por lo que su crecimiento siempre estuvo vinculado a la vida erudita y sacerdotal de la época. Enamorada de un joven estudiante, se hace pasar por hombre con el nombre de Johannes Anglicus, para estar cerca de su amado cuya pronta muerte la hacen refugiarse en sus estudios. 

Con el transcurrir del tiempo, gracias a su destreza en las ciencias, se convirtió en secretario del Papa Leon IV en asuntos internacionales, a quien, después de su muerte, en el 855, lo sucedería, convirtiéndose en el nuevo Papa bajo el nombre de Juan VIII (Benedicto III para algunos historiadores). El papa Juan VIII, entre sus actividades eclesiásticas, conoció a otro, según algunos historiadores, joven clérigo, según otros historiadores, al embajador Lamberto de Sajonia, con quien mantuvo una relación amorosa por la que terminaría embarazada. Durante mucho tiempo, mientras su vientre crecía, el papa disimulaba su affaire clérigo, alegando gordura, hasta que en cierta oportunidad, en una procesión por una de la calles a San Pedro, no pudo evitar el parto en plena vía pública ante el asombro de quienes alrededor, veneraban instantes antes al Hombre heredero de Pedro.

La iglesia de hoy lo niega.

"Juan el Inglés nació en Maguncia, fue papa durante dos años, siete meses y cuatro días y murió en Roma, después de lo cual el papado estuvo vacante durante un mes. Se ha afirmado que este Juan era una mujer, que en su juventud, disfrazada de hombre, fue conducida por un amante a Atenas. Allí se hizo erudita en diversas ramas del conocimiento, hasta que nadie pudo superarla, y después, en Roma, profundizó en las siete artes liberales (trivium y quadrivium) y ejerció el magisterio con gran prestigio. La alta opinión que tenían de ella los romanos hizo que la eligieran papa. Ocupando este cargo, se quedó embarazada de su cómplice. A causa de su desconocimiento del tiempo que faltaba para el parto, parió a su hijo mientras participaba en una procesión desde la basílica de San Pedro a Letrán, en una calleja estrecha entre el Coliseo y la iglesia de San Clemente. Después de su muerte, se dijo que había sido enterrada en ese lugar. El Santo Padre siempre evita esa calle, y se cree que ello es debido al aborrecimiento que le causa este hecho".

Martín de Opava

cronista de la Iglesia Católica de la orden de los dominicos del siglo XIII

"Se trata de cierto papa o mejor dicho papisa que no figura en la lista de papas u obispos de Roma, porque era una mujer que se disfrazó como un hombre y se convirtió, por su carácter y sus talentos, en secretario de la curia, después en cardenal y finalmente en papa. Un día, mientras montaba a caballo, dio a luz a un niño. Inmediatamente, por la justicia de Roma, fue encadenada por el pie a la cola de un caballo, arrastrada y lapidada por el pueblo durante media legua. En donde murió fue enterrada, y en el lugar se escribió: Petre, Pater Patrum, Papisse Prodito Partum (Pedro, padre de padres, propició el parto de la papisa). También se estableció un ayuno de cuatro días llamado ayuno de la papisa".

Jean de Mailly

cronista de la Iglesia Católica de la orden de los dominicos del siglo XIII

En 1972, Michael Anderson llevó a la pantalla grande esta historia bajo el guión de John Briley y el rol protagónico a cargo de Liv Ullmann pero que no tuvo mayor repercusión.

Para este 2010 se estrenará en el Perú Die Päpstin, La Papisa Juana, película alemana del 2009 dirigida por Sönke Wortmann basada en la novela de Donna Woolfolk Cross y que incluye en su reparto a Johanna Wokalek, David Wenham, John Goodman, Iain Glen, Edward Petherbridge, Anatole Taubman y a la pequeña actriz alemana Lotte Flack.

Trailer 1

Trailer 2

Suerte que hoy en día, para que la mujer ejerza labores, antes, exclusiva de hombres, no se recurra a la Chaise Percée, esa curiosa silla con hueco que en el vaticano, a causa del problema causado por Juana, tuvieron que usar para comprobar dactilarmente; es decir agarrando y manipuleando los testículos, sí éstos estaban en su lugar para clamar felices que cumplía el principal requisito para ser Papa, tener testículos y ser hombre:

Duos habet et bene pendentes 

(Qué bien suena en Latín, ¿no?)

Cuya traducción es:

Tiene dos, y cuelgan bien