Adiós a un grande: Aristóteles Picho

El teatro y el cine peruano están de duelo. Uno de los grandes se ha ido. Falleció el gran actor huancaíno y profesor universitario Aristóteles Picho Martinez. El actor sufría de un síndrome cordonal posterior, que afectó su médula espinal. Picho contó en una entrevista que contrajo el mal en el 2011, debido a que una fiebre de más de 40 grados le produjo “un golpe de calor en la columna”, dañando irremediablemente la sensibilidad en sus miembros inferiores y superiores condenándole a una silla de ruedas. El artista perdió la vida en su cama, descansando, aparentemente por un paro cardíaco en la mañana del sábado 21 de diciembre pasado.

“Era un actor completo, te podía hacer comedia, drama, tenía método. Se reía mucho interpretando a ‘El Sinchi’. Lo disfrutó. Tenía formación teórica, te soportaba bastante, te proponía cosas” 

Francisco Lombardi

Director de Cine

Ari, como cariñosamente lo llaman sus cercanos, estudió en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Después de un un cásting abierto, el joven estudiante logró su primer papel en La ciudad y los perros, adaptación del libro de Mario Vargas Llosa por Francisco Lombardi, como el recordado Boa. En 1988 actuó como el Chino en la gran película La boca del lobo, también de Lombardi. En 1991 participó en Alias "La Gringa", del director Alberto Durant, así como también protagonizó con soberbia actuación el corto El gran viaje del capitán Neptuno, de Aldo Salvini. En 1993 tuvo un corto rol en la película Todos somos estrellas, y roles estelares en Reportaje a la muerte, de Danny Gavidia, en donde se le recuerda la escena en el Sexto donde amotinado asesina a uno de los rehenes, y en La vida es una sola, de Marianne Eyde. Picho, en 1995, es contratado para capacitar a actores jovenes protagonistas de series de Iguana Producciones. En 1999 actuó en el corto Roces, en la película Coraje sobre la sindicalista María Elena Moyano en que hizo el papel de García. Ese mismo año participó en Pantaleón y las visitadoras con su emblemática interpretación de el SInchi. 

(Foto: Diario Perú21)

En el año 2000, actuó en la película estadounidense Proff of Life, Prueba de vida en castellano, del director Taylor Hackford, con Meg Ryan y  Russell Crowe, haciendo un pequeño papel, el de Sandro. El año siguiente participó como Charlie en Bala perdida. En el 2003 interpretó a Fermín en la ópera prima de Fabrizio Aguilar, Paloma de papel. En el 2005 escribió y dirigió el corto Besando a tu papá. En el 2007 escribió y dirigió la obra Iluminados. En el 2008 dirigió la miniserie telenovela Sally, la muñequita del pueblo. En el 2009 hizo de Carpenter en la película El premio, de Alberto Durant. En el 2011 participó en la miniserie de Michel Gómez, La Perricholi, con el papel de José Kuntur. En octubre del 2012, a un año de sufrir una lesión a la médula espinal Aristóteles regresó al teatro con la versión contemporánea de los clásicos de Eurípides, Esquilo y Sófocles, la tragedia griega Electra/Orestes. Así también participó en variadas obras de teatro contemporáneas y clásicas como Alma buena de Sechuan de Bertold Brecht, El perro del Hortelano de Lope de Vega, El gran teatro del Mundo de Pedro Calderón de la Barca, Como te dé la Gana de Shakespeare, entre otras. Su última participación fue en la película El evangelio de la carne de este año.

"Maestro de varias generaciones de actores y actrices, Aristóteles será recordado por sus intensos personajes, en los que invariablemente predominaba un lado oscuro (periodista corrupto, presidario asesino, siniestro brichero, etc). Lo extraño es que, en persona, era un pan de dios, imposible más buena gente y legendariamente tímido. A pesar de ser un rostro nacionalmente reconocido, otro de sus rasgos característicos era la sencillez. Un ejemplo dentro y fuera de las tablas" 

Marco Sifuentes

periodista

(Foto: Diario El Popular)

Se fue un grande. Descanse en paz, maestro.