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miércoles, 5 de mayo de 2010

Día de Mierda



Crónica de uno de esos días 
que uno no desea recordar...


Temprano en la mañana salí de casa rumbo al Hospital del Empleado, hoy, Rebagliati, para una cita médica. Ésta había sido determinada a las 9am, sin embargo para las 11, seguía parado fuera del consultorio, sin tener conciencia del motivo por el cual un desfile de pacientes que habían llegado posteriormente o que habían sido citados para después, no sólo ya habían sido atendidos sino que se retiraban. Había atestiguado, a mi pesar, 4 turnos y yo aun no entraba. Con el hígado latiendo en mi mano encaré a la técnica, es decir a aquellas señoras que ambulan de blanco y que la mitad de pacientes aun piensan es la enfermera (cargo practicamente administrativo no sé por cual genio que les ha cedido esa tarea cuando ellas no llevan ningún curso administrativo en su preparación académica). La técnica me explico que pese a haber pedido mi Historia Clínica una hora antes de mi cita no llegaba a consultorio por lo que no me podían atender. Pese a ir de un lugar a otro, cosa que no me corresponde, en busca de los papeles, nunca pude atenderme...






Del hospital salí de mal humor y con otra fecha para atenderme. Tenía las horas programadas y había acordado en la tan usada web de compra y venta Mercado libre, la compra de un dispositivo para mi celular, a eso de la 1 de la tarde en Larcomar, ya que está fallando el auricular. Llegué a la hora exacta y el vendedor no llegaba, intenté llamarlo pero mi celular en un acto independiente, rebelde, insurgente, no quiso. Era pues que sin motivo alguno al bendito celular no se le daba la gana de aceptar mi huella dactilar encima suyo, para digitar la clave que como contraseña permite su uso; es decir, no podía hacer, ni recibir una llamada, ni siquiera ver quien me llamaba insistentemente ni la agenda: la pantalla tactil se rehusaba. La coloración de mi rostro había ya variado de acuerdo al humor que se oscurecía a cada momento. 1 y 30 y aun seguía angustiadamente esperando sin poder, o llamar o contestar llamadas. La compañía de la china, que a bien, tuvo la delicadeza de acompañarme en tan angustiosas horas, mermó en algo el estallido cerebral que poco a poco parecía mi cabeza prometer. Por fin, el celular, después de haberse lúdicamente mofado de mí aceptó mi dedo: El vendedor demoraba porque no le llegó el pedido y tuvo que ir personalmente para recogerlo. La compra se dio una hora después de lo acordado.

Había que buscar quien lo instale; eso nos llevó todo el día. Según el técnico, el motivo de la rebeldía tecnologica que sufrí a la espera del vendedor se debió a la hinchazón de la batería, cosa que pasa, según dice, cuando se cargan varias veces y sin ningún motivo.  Hoy día, aun no sé el motivo, la batería no había cargado bien y ya no se podía probar el teléfono. La cargamos pero el hecho de que estuviese hinchada no permitía que podamos corroborar su buen funcionamiento; tras una serie de artilugios lo conseguimos.

De regreso, una vez ella se había retirado, atisbé en mi casa el final del encuentro entre Universitario de Deportes y Sao Paulo, donde el equipo peruano perdió por penales. No soy seguidor de la U pero molesta igual haya perdido.

Me cambié para poder ir a jugar un partido de fulbito como suelo hacer, desde hace no mucho, todos los martes; puse mi vestimenta en la mochila, mis documentos y billetera en mi canguro. Había salido bastante temprano por lo que estaba por desistir de tomar un taxi y subir a un bus. A media pista un bus se detiene sin probabilidades, al parecer, de retomar su rumbo, entorpeciendo aun más el ya caótico tráfico de las 8 de la noche en Lima. De pronto, pese a las palabras de consuelo y tranquilidad del chofer y el cobrador, la gente empezó a salir apresurada de éste. El motor había prendido fuego y aun con humo y todas sus dificultuosas palabras "No pasa nada, todo está bien" mientras desesperados intentaban apagarlo, no convencían a los pasajeros.

Aun con todo eso, tomé un bus; otro, por supuesto. Ya sentado, asomé mi vista al celular para ver la hora: aun estaba a tiempo. De pronto, oigo una discusión al fondo. Una pareja que poco a poco levantaba la voz; al parecer no se ponían de acuerdo sobre dónde ubicarse, pero no, eso no era del todo lo que discutían. Al levantar la voz noté, junto a los demás pocos pasajeros, que la pareja no eran esposos, enamorados ni amigos, ni siquiera se conocían. Un tipo, aparentemente normal y bien vestido, impedía el paso de una joven para tomar asiento en otra ubicación. Era pues que ambos eran los únicos sentados al fondo, en los últimos asientos y la joven al ver ya varios vacíos quería tomar otro lugar, cosa que el otro, en una muy rara actitud, sospechosamente retardada, insistía en negarle el paso vociferando "ni que fuese feo, tampoco huelo mal". Todos, incluyendo al cobrador insistimos deje a la chica tranquila y le ceda el paso mientras oíamos que no era feo. No faltó mucho para que uno de los pasajeros se levante amenazante cosa que provocó que el "raro" cediese. La joven cambió de asiento, sin embargo el tipo no dejó de quejarse, ...que éramos injustos, que éramos discriminadores, que no era feo, que no olía mal. Después de bajar de la movilidad rumbo a Salaverry a encontrarme con mis cómplices deportivos noté que el bus giró fuera de su ruta para acercarse a un policía parado en una de las veredas. Acto seguido, el muchacho "raro" salió de él.

El partido fue otro cantar, entre desgano y cansancio nos soplamos en contra 20 goles de diferencia. Reclamos y falta de entusiasmo hizo de un encuentro normalmente competitivo y entusiasta una hora de aguante rogando por el pitazo final.

Al salir noté algunas llamadas sin contestar en mi celular cuando nuevamente, empezó a sonar, y bueno, con vida propia, al bendito artefacto se le ocurrió no hacerme caso de nuevo. Salí del auto de pepe cuya ruta no es la misma que la mía, con el fin de ganarle la batalla al celular, hasta que por fin contesté. Ya más tranquilo, caminando por salaverry para tomar un taxi quise sacar del canguro mi encendedor para prender un cigarrillo, pero... No había canguro ¡No estaba! Perdí mi billetera, dinero, mis documentos, mi dni (el mismo que recién saqué hace un mes como copia ya que había perdido antes el original) mis tarjetas, todo. Llamé a mi casa para asegurarme me pagasen un taxi y una vez confirmado, a media conversación, me quedé sin crédito. Tomé un taxi y me regresé.

En mi casa, al encender la Pc, me dispuse a publicar un artículo del Blog de una amiga, La Necia, donde colaboro graficando su lúdica prosa. Sin embargo, como cereza al pastel, el gráfico que me llevó toda la madrugada anterior, no estaba: Se borró sin motivo aparente ¡Día de Mierda!

Lo único que alegró tan nefasto día fue una canción de un grupo venezolano (con algunos argentinos) llamado Unos panas ahí, que por casualidad oí en el taxi, banda que no conocía y que me robó un par de sonrisas. El nombre de la canción, hasta donde sé, El mamut chiquito.





Por cierto, para poder publicar esta bilis, he luchado con la señal de red que por algún motivo extraño, hoy, justo en ese momento, empezó a caerse ¿Será alguna maldición de la Tigresa?

4 Miradas :

Damian .....[Responde este comentario] dijo...

te has dado cuenta que cuando posteas sobre ella (ya, no sobre ella, sobre algun tema que de algun modo la vincule)recibes mas comentarios, no insunuo nada, solo que ¿es tema fijo para un debate no?

pd:fácil es maldición de la Tigresa jajaja

pd2: aaaasu huella dactilar, el mio es un triste sony ercicson q toma foto 2.0 megapixeles, cuando se haga mas viejito me compro otro :)

marco .....[Responde este comentario] dijo...

jajajaja, sí, como quien diría "carnesita" jajajaja (buen aporte, tomaré en cuenta el dato para hablar más sobre la tigresa)

Ni creas con lo de pantalla tactil, tantos problemas me está ocasionando que lo estoy comenzando a odiar, mmmm, bueno, no tanto, jajajaa

Un abrazo

fio .....[Responde este comentario] dijo...

aaaajajajajajajajajajajajaja pobechitoooooo jajajajajajajajajaja la verda la verda!!!!!!!! que dia de mierda por dios!!!!!!! jajajajajajaja muackkkk ya habran mejores diassssss

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