Una noticia radial termina por lapidar todo ápice de esperanza, Mathilda, un meteorito que enrumba a la tierra, no ha podido ser desviado en el último intento del hombre para no ser extinguido. Quedan veintiún días de vida antes de que colisione con la Tierra ¿Cómo reaccionar ante tan determinante anuncio? ¿Negación, amargura, aceptación, resignación? ¿A qué destinaríamos nuestros únicos veintiún días de vida? ¿Qué haríamos en tan corto tiempo? ¿Pasar más tiempo con la familia y amigos, reconciliarnos con los que alejamos sin querer, ser los mismos y hacer lo mismo que cuando no estábamos enterados, buscar que cumplir las cosas que nunca hicimos, darnos al abandono, entregarnos al hedonismo más puro y desenfrenado hasta el fin de los días, sin temor a consecuencias que nunca llegarán?