Fue en 1915 que el Dr. Manuel María Forero Osorio, natural de Tacna, fue el encargado del diseño y construcción de la realización de un Teatro, seleccionando los mejores materiales en el extranjero y dirigiendo personalmente las estructuras y construcción de la obra monumental, siendo inaugurada con el nombre de Teatro Forero, el 28 de julio de 1920, ubicado en la esquina de los jirones Ica y Torrico, con la temporada de Gran Compañía de Opera Italiana de Adolfo Bracale con “Aida”, la Conocida obra del maestro Giussepi Verdi, Edificación sobre el que el periodista Oscar Miró Quesada de la Guerra Racso, escribió en el diario El Comercio, “Es un teatro que satisface al mas exigente, hermoso, monumental, elegante, con severa elegancia, cómodo y amplio; jamás hemos tenido nada semejante en el Perú y es uno de los mejores teatros de Sudamerica”; en 1921, se celebró ahí el primer centenario de nuestra independencia. Allá, por 1929, en junio, la Municipalidad de Lima lo adquirió cambiándole el nombre a Teatro Municipal, convirtiéndose en un coloso celoso de arte, de la cultura, de música y recital, donde se derramaba una lágrima por una drama teatral o una risa por sus comedias, la poesía y el ballet, clásico y popular; en sus paredes encierra historia y cultura, que nos identifica al limeño y al peruano tal y como somos!. En él, Juan Carlos, mi hermano dirigió una Orquesta conformada por músicos de la Sinfónica.
El 2 de agosto de 1998, un día como hoy hace 10 años, a eso de las 5:30pm, en la prueba de sonido para un concierto de la conocida cantante de música negra, Eva Ayllón, un voraz incendio se devoró la anatomía de uno de los mejores teatro de América, dejándolo, como dijo el arquitecto mexicano Alejandro Luna, quien fuera recomendado por la UNESCO para asesorar al municipio limeño en su reconstrucción, como "un cascarón ovalado y vacío (...) se trató de un Incendio Sabio, porque no dañó la parte más importante del teatro: la Sala".
En la actualidad, se han presentado ya numerosos espectáculos en el mismo teatro, en un ambiente lúgubre y surrealista, con la estética de una pincelada de Salvador Dalí; para muchos, debería quedar tal cual tras un aura espectacular deliciosamente ténebre, para otros, debería recobrar el esplendor de antaño, ...de una u otra manera, el edificio de estilo neoclásico, el alma de la cultura peruana, el Teatro Municipal, después de 10 años, en silencio, aun espera...
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