Ratzinger, conocido por tantas metidas de pata al mando de la Iglesia Católica, sorprendió gratamente este viernes último cuando, con posición firme, rechazó la disculpa exigida el 4 de febrero, del obispo tradicionalista británico, hoy fuera de Argentina por órdenes del Vaticano, Richard Williamson, quien habría negado la envergadura del Holocausto sufrido por los judíos en Europa bajo el Tercer Reich minimizando el horror de aquellas épocas, afirmando que el arrepentimiento expresado por el religioso no cumplía con la exigencia de la Santa Sede de que se retracte por completo y públicamente.
