La partida de la Geisha: Misterio resuelto

No mucho tiempo después de haber publicado el anterior artículo acerca del despido de Aldo Mariátegui (La última Geisha) y aun sin tener las razones de dicha decisión claras, la periodista Cecilia Valenzuela esbozó una hipótesis realmente alucinante. Afirmó sin verguenza alguna y con una osadía envidiable -propia de quienes no tienen la menor idea de lo que su boca, independientemente a ellos, evacua con generosidad-, que la izquierda latinoamericana, es decir, el ala izquierda de casi todo el continente, se habrían coludido en un complot para neutralizar al adalid de la revocatoria en Lima, que todo el continente estaba pendiente de lo que pudiese brotar de los coloridos artículos de Aldo, que Fidel Castro y Cuba, Hugo Chávez, su partido, Lula da Silva, Evo Morales, Cristina Fernández, entre otros miles estaban atentos de lo que en el cerebro del periodista se podría forjar. En serio. Eso dijo ¡Qué miedo!

Veamos, las primeras especulaciones, paridas por el legislador aprista Mauricio Mulder (Otro adalid de la revocatoria), señalaban al ex presidente Toledo (quien públicamente apoya a la alcaldesa Susana Villarán) como el responsable mediático de su salida debido a la investigación sobre la casa comprada por la madre de Karp. Según algunos periodistas habría sido el propio Mariátegui quien le habría dado tamaña revelación al congresista. Luego Beto Ortiz haría lo propio señalando la conveniencia de los inversionistas brasileros de la permanencia de Villarán y por tanto de la ausencia, a la medida de lo posible, de sus opositores. Esto no quedó ahí, Mónica Delta, luego de aclarar que Aldo no era llorón, emuló junto a su compañero un diálogo como de "quiero y no quiero", una especie de ritual similar al del cortejo en el que especulaban que era Favre el autor mediático de su salida, que Favre vio la necesidad impostergable de neutralizarlo. Por último y llegando al climax, al orgasmo de lo risible, Cecilia Valenzuela, en su programa emitido por el canal Willax (que también alberga personajes como Rafael Rey y Barba Caballero: Dato que puede servir de métrica sobre la agudeza de sus conductores), afirmó que fue un complot de toda la izquierda latinoamericana, cosa que provocó la mofa general en las redes sociales.

A todo esto, ¿A nadie se le ocurrió preguntar a los testigos del hecho la razón, a nadie se le ocurrió buscar fuentes en el lugar del crimen? ¿A nadie se le ocurrió ir a Epensa a preguntar?

Según Dedo Medio, a quienes sí se les ocurrió ir a preguntar, los primeros días de diciembre del 2011, ante la disminución de las ventas evidenciadas en el estudio que la misma empresa realiza y que Aldo no se le ocurrió mencionar, el grupo Epensa, a través de su gerente general, Luis Manuel Agois Banchero (el “accionista del 11%”, ¿recuerdan?) advirtió al director de Correo, Aldo Mariátegui, que de no hacer cambios para solucionar ese problema, sería despedido. Se le regañó por reducir sus esfuerzos sólo y únicamente a la portada y a la página dos del diario, en donde aparece su columna. La advertencia, según el medio, se debió a que Aldo habría hecho caso omiso a los primeros pedidos de sus patrones en el 2011 para que haga algo ante el problema de ventas (caída de 13%) así como a las medidas que se había optado para mejorar la situación del medio que él dirigía (los directores de todos los diarios del grupo Epensa se debían reunir regularmente para colaborar con Aldo de acuerdo con las fortalezas de cada uno de ellos, Mariátegui nunca fue). El tono para fin de año ya había cambiado, ya no era un pedido, era una advertencia: O lo solucionas o te vas.

...Y se fue.

Hace un tiempo, resultó extraño, por decirlo menos, el pase al retiro de Rosa María Palacios cuando conductora en América Televisión, dado su liderazgo en el rating en su horario (un horario difícil para un programa de esa naturaleza) y que era una cara representativa del medio. Las palabras con las que en ese momento Aldo tocó el tema y que resultaron tan inoportunas e inconvenientes dadas las razones políticas de América televisón, hoy, con él, siendo conscientes de que la razón no fue política sino su mal desempeño, que no hay complot, ni de Toledo, ni de Favre, ni de la izquierda peruana, intercontinental, terrestre ni extraterrestre, le caen a Aldo y a todos sus seguidores y defensores, como anillo al dedo:

"En toda chamba pasa eso y los periodistas no tenemos corona, aunque algunos lo crean. Y la soberbia egocéntrica a veces hace pensar a algunos periodistas que son los dueños (o las emperatrices) del mundo. No es así. A pisar tierra. That’s it” 

Aldo Mariátegui

Célebre esputado del Diario Correo

Así es Aldo, a pisar tierra.