No cabe duda que la renuncia de Ratzinger al papado es una decisión atípica ¿Por qué renunció? Hay muchas presunciones, desmentidos y demás, y aunque se pueden descartar las que son resultante del fanatismo y la fe, las que pretenden justificar cualquier cosa "santa" sin tener en cuenta los hechos como causales, es evidente que tampoco hay certeza acerca de las razones que hayan motivado al Pontífice a tan drástica decisión. Numerosos escándalos a lo largo de la historia de la iglesia han significado una joroba que los Sumos pontífices han tenido que arrastrar, algunos persisten hasta la fecha. Diferentes índoles y magnitudes, algunos de carácter financiero, como otros de carácter sexual.
“Rogad por mí para que, por miedo, no huya ante los lobos”
Papa Benedicto XVHomilía durante la Misa de inicio de su ministerio Petrino
abril del 2005
Se estima que son 1,200 millones los católicos en el mundo, de ellos un contundente 42%, casi la mitad del total, están concentrados en América Latina, a su vez, como es de dominio público, el Vaticano es un Estado dentro de Roma de no más de 50 hectáreas que existe desde 1929 gracias al convenio entre el dictador italiano Benito Mussolini con la Santa Sede, a cambio, del apoyo absoluto de la iglesia católica, a su gobierno y sus delitos. La probabilidad de un sucesor latinoamericano está latente.
Juan Pablo II y
la Política Vaticana
En 1985, por primera vez, en Louisiana, el párroco Gilbert Gauthe es encontrado culpable de once casos de abuso sexual a menores. En 1993 se condenó al sacerdote Rudolph Kos de pedofilia y la diócesis de Dallas se ve obligada a pagar más de 31 millones de dólares a las víctimas. Poco a poco, casos en distintos países empezaron a cobrar notoriedad. Irlanda, Estados Unidos, Alemania, Argentina, Chile, Colombia, España, México, Holanda, y otros. Hasta febrero del 2012 el Vaticano reconocía cuatro mil casos de pederastia, sin embargo, el informe John Jay encontró acusaciones contra 4,392 sacerdotes, sólo en Estados Unidos, en el lapso de 50 años, lo que representaba el 4 % del clero de ese país.
El Derecho Canónico, contempla penas, aunque afables, para los delitos de abuso sexual, como la de la expulsión del infractor (Canon 1395). Una pena bastante tolerante para un delito tan intolerable. Sin embargo, a pesar de esto, en numerosos casos, los religiosos acusados de violación a niños, lejos de recibir una sanción inmediata por sus superiores y/o puestos bajo custodia de las autoridades pertinentes, recibieron llamadas de atención en privado y fueron reasignados a otra parroquia donde su delito no fuese conocido. A las víctimas se le ofrecieron sumas de dinero extrajudiciales con el fin de evitar el delito sea público. La iglesia ha negado que este procedimiento sea política de su institución y ha justificado el encubrimiento de los violadores afirmando que las reasignaciones respondían a consejo médico, ya que, según ellos, no había riesgo de reincidencia. Esto, pese a que los acusados tenían más de una víctima en su haber.
"El clérigo que cometa de otro modo un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo (no cometerás actos impuros) cuando este delito haya sido cometido con violencias o amenazas, o públicamente o con un menor que no haya cumplido dieciséis años de edad, debe ser castigado con penas justas, sin excluir la expulsión del estado clerical cuando el caso lo requiera"
Canon 1395 - Inciso 2promulgado por Juan Pablo II
en Roma, el 25 de enero de 1983
Los informes Ryan y Murphy, recogen alegatos de numerosos afectados en Irlanda, relatos de víctimas que durante años fueron silenciados por los altos cargos religiosos. Unos 35.000 menores, la mayoría huérfanos, fueron violentados física y sexualmente durante décadas entre 1930 y 1990 en 26 escuelas y reformatorios católicos en Irlanda, instituciones religiosas llamadas Escuelas industriales. En 1997 el papa Juan Pablo II, a través de su representante diplomático en Irlanda Luciano Storero y en contra de los mismos cánones que él promulgó, demandó a los Obispos Irlandeses, mediante una Carta, a abstenerse de informar a la policía y autoridades sobre las violaciones cometidas por sacerdotes "sobretodo la situación de obiligatoria información (a las autoridades) suscita serias reservas de naturaleza moral y canónica".
El padre Lawrence Murphy habría violado a más de 200 niños sordomudos en una escuela de Wisconsin entre 1950 y 1974. Esto se hace público desde el 15 de mayo de 1974, cuando un ex estudiante de la St. John’s School para sordos presenta la primera de varias denuncias sobre los abusos realizados sobre él y otros chicos. Los religiosos del lugar cuestionan la inacción de las autoridades eclesiásticas. Entre julio y diciembre de 1993, las denuncias ante la diócesis de Milwaukee se multiplican y Murphy es sometido a cuatro largos interrogatorios por ellos, acompañados de psicólogos expertos en pedofilia. Justamente de este informe se hizo un perfil llamado “Pedófilo típico”. De las 29 denuncias hasta ese momento, Murphy reconoce haber tenido “contactos” sólo con 19 de los niños implicados. El New York Times relaciona a Bertone y Ratzinger, entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el encubrimiento. Murphy, el padre "Pedófilo típico", falleció en 1998 como sacerdote, enseñando y rodeado de niños, sin sanción y sin haber pisado prisión alguna.
“Mi afectuoso saludo se dirige ante todo al querido padre Maciel, al que de buen grado acompaño con mis más cordiales deseos de un ministerio sacerdotal colmado de los dones del Espíritu Santo (…) Con estos sentimientos y deseos, imparto de corazón al querido padre Maciel y a todos vosotros, aquí presentes, una especial bendición apostólica”.
Juan Pablo IIConmemoración del 60 aniversario de ordenación de Marcial Maciel
30 de noviembre de 2004
En 1997, a través de una carta abierta a Juan Pablo II, ocho ex miembros de la Legión de Cristo acusaron al sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de la misma, de haber abusado sexualmente de ellos y de haber sido ignorados tanto por la congregación como por toda la jerarquía católica. Pero esto no quedó ahí, después se hicieron públicos diferentes delitos que iban desde el fraude hasta la extorsión, además de haber tenido tres hijos y haber violado a dos de ellos (de sus hijos) durante ocho años. Maciel era también adicto al Demerol, que conseguía mediante engaños a sus seminaristas. Pese a las acusaciones y a las evidencias que ya eran de conocimiento público, Wojtila lo llamó públicamente “Modelo de la juventud”.
En noviembre del 2004, Maciel festejó en la Basílica San Pablo, los 60 años de sacerdocio. Al evento asistió toda la Curia Romana, obispos y cardenales incluidos. Según el investigador norteamericano Jason Berry, Maciel se habría ganado la simpatía de la Curia a base de generosos aportes económicos. Juan Pablo II le dedicó unas muy sentidas palabras. El único que no asistió fue Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Un mes después, Ratzinger dio inicio a la investigación vaticana en su contra basado en las denuncias que eran de dominio público.
El 16 de abril del 2010 el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, de 80 años, afirmó en la universidad Católica de Murcia, España, que en el 2001 consultó con el entonces papa Juan Pablo II sobre el contenido de una carta, le mostró el documento, y una vez aprobado por el santo padre, envió la misiva. El contenido de la carta era no sólo la aprobación sino el ensalzamiento al comportamiento del obispo francés Pierre Pican, quien recibió una sentencia de tres meses de prisión suspendida, por negarse a dar información sobre el clérigo René Bissey, quien fuera condenado a 18 años de cárcel por violar reiteradamente a once niños. El Pontífice, a su vez, le autorizó al colombiano enviar el documento de felicitaciones y alabanza a otros obispos de similar comportamiento alrededor del mundo. El vocero del Vaticano, Federico Lombardi dijo que no haría declaraciones sobre los comentarios del cardenal retirado.
Rogad por mí para que,
por miedo, no huya ante los lobos
Para el periodista Pedro Salinas, "Ratzinger fracasó como papa. Es la verdad. Los escándalos de la pederastia y el poder de las intrigas vaticanas fueron más fuertes que él". Su falta de manejo político, carencia de tino y carisma, y posible temor a las consecuencias de haber tomado la decisión de limpiar el Vaticano, desencadenaron un adiós antelado. Nunca fue poseedor del carisma del Papa Charapa. Y nunca pudo sortear con éxito el legado turbio de Juan Pablo II. Algunas torpezas, incluso, provocaron que aumentasen sus críticos durante su papado. Es cierto que los prejuicios y taras enraizados en la iglesia tanto como en Yhvé, tales como la homofobia, la misoginia, la xenofobia, etc difícilmente pueden ser purgados porque significaría una contradicción directa con la palabra de Dios, sin embargo protagonismos gratuitos como los comentarios sobre los anticonceptivos, la eutanasia, sobre cómo Mahoma trajo mal e inhumanidad al mundo, su apoyo a Williamson, el sacerdote que negase el holocausto, y su rechazo a recibir a las víctimas de Maciel, entre otras perlas, fueron innecesarias y torpes. Con todo esto, Joseph Aloisius Ratzinger, a diferencia de su antecesor y de una Curia tan cómoda con la realidad del Vaticano, si tuvo la intención de cambiar las cosas para mejor, transparentar y combatir la corrupción y los delitos que envuelven a la institución que lideraba.
Paolo Gabriele, el mayordomo, acusado de ser el autor de los Vatileaks, es decir, de filtrar documentos secretos de la Santa Sede, de hacer públicas las cochinadas de la iglesia, fue apresado el 23 de mayo del 2012 ¿Actuó solo? Lombardi así como los comunicados oficiales de la Santa Sede se han esmerado incansablemente por convencer a la opinión pública de que así fue. Exámenes psiquiátricos exhibidos por fuentes vaticanas a la prensa italiana lo describen como inestable, con sentimientos de grandiosidad, incapaz de entender y de desear. Al parecer los exámenes psicológicos iniciales dijeron otra cosa. Al parecer los Vatileaks fueron una fuente irrefutable para el cambio de criterio para su evaluación o simplemente se equivocaron en su examen inicial, sino no se entiende qué hacía un hombre de esas características con labores tan cercanos e íntimos con el pontífice ¿Actuó solo? ¿Qué interés tendría en hacer pública la corrupción y las pugnas de poder del Vaticano? ¿Acaso aquel cuyos exámenes psiquiátricos determinan que es incapaz de desear, filtraría los secretos de estado deseando a cambio una remuneración, o deseando tal vez provocar un terremoto en la Iglesia? ¿Quién tendría interés en que esos hechos dejaran de estar ocultos? Según la versión del propio ayudante de cámara del papa, Gabriele no ha recibido dinero ni otros beneficios por la información filtrada a los medios. Entonces ¿Cuál sería su motivación para revelar dichos documentos? Lo cierto es que fue el propio Benedicto XVI en el año 2006 quien lo escogiera para que sea su valet, es inconcebible no haya habido un vínculo personal entre el Papa y quien lo atendiese, lo vistiese, lo ayude en el baño, le sirviese sus alimentos, lo acompañase a todas partes, por seis años. Paolo Gabriele, más allá de los Vatileaks y su insignificancia en el organigrama santo, fue un hombre de la entera confianza de Ratzinger, así como lo fue Ettore Gotti Tedeschi, quien literalmente dijo que haría cualquier cosa por el papa.
Es evidente que la Iglesia está muy lejos del significado que su imagen deja en sus feligreses, los más incautos. Es, en cambio, una vitrina delincuencial generalizada y enraizada, cuyas actividades bien serviría para un guión de películas de Ganster: Lavado de dinero, conexión con la mafia, pugnas por el poder, ataques mediáticos contra opositores políticos en el poder, lobbyes homosexuales, el presunto homicidio de Juan Pablo I, el temor a ser asesinado de un banquero que intentó señalar culpables, la advertencia de un magnicidio, corrupción, violación de niños y encubrimiento de pederastas, entre otros. Una institución que ha dejado a su máximo representante como un anciano débil y enfermo, aislado de su entorno e imposibilitado de dirigir a su Iglesia a un mejor norte. Así, incapaz de limpiar la Santa Sede, Ratzinger renunció.
Benedicto XVI tiene listas sus maletas ya, y con pesar justificó su renuncia por su confesa falta de fuerzas para cumplir con su ministerio. Es probable. Es probable que nadie tenga la fuerza para cumplir con tan titánica causa, para combatir a tamaño monstruo.
Tal vez, a riesgo de un oportuno y casual infarto que emule a Juan Pablo I, debimos Rogar más por el pontífice para que, por miedo, no huya ante los lobos...
Demasiado tarde.
Demasiado tarde.
Viene del Post: El papa renunció ¿Por falta de fuerzas? 1ra parte
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