A la fuerza, se queda o se va

"Fue domingo en las claras orejas de mi burro, 

de mi burro peruano en el Perú..."

Para este 17 de marzo tenemos impuesta la obligación de escoger entre "Se queda" o "Se va". Por si no quedó claro, lo digo y lo repito, los limeños estamos bendecidos y encomendados a elegir bajo el sol de un domingo de verano "A la fuerza". Pero el plato no vino solo, como prefacio al cuerpo del asunto, sistemática y mediáticamente hemos sido bombardeados sin piedad de Lavanderas, Nuevos ricos horrorosos, Fideos, Galletitas, Incapaces, Vagas, Premios, Diplomas, Blanquitos, Cholitos, Pitucas, Corruptas, Desmanes, Peleas, Firmas de muertos, clones y mancos, Escalones inflados, Memes, Favrecaciones, Castañedas, José Lunas, Marco Turbios, Garcías, Del Castillos, Mulderes, Quesquenes, Prados, Fabiolas Morales, Alditos, Valenzuelas, Secadas, Panzones y Forrest Gumps afeminados, Despidos, Olones, Ríos enfurecidos, Izquierdas intergalácticas, Juegos infantiles quemados, Regidores igual de quemados, marihuaneros, Insultos a domicilio y electores embrutecidos. La Sábana, como cariñosamente se ha apodado a la cédula electoral por su no muy discreto tamaño, va a ser la última pieza de esta maquinaria civil y política que estimula la voluntad patriota. Nuestros antepasados lucharon por los derechos civiles justamente para momentos como este... "quiero decir mi trémulo, patriótico peinado" ¿Lucharon?

Ciento noventa y dos años de vida republicana, cuatrocientos ochenta y un años de existencia capitalina, sólo para este momento en que nuestro derecho se confunde con nuestro deber. Es lo mismo.

La contienda política ha dejado de ser disputa de argumentos, ha dejado de ser una contienda de ideas, una vitrina intelectual. Hoy el Perú y por sobretodo Lima goza de una batalla de epítetos e insultos donde no tiene la razón el que tiene esa "suerte" de su lado sino quien reiteradamente llena más los titulares y con mayor continuidad, de "frases polémicas" (sic), alimento de medios y de su público. Desde los noventa se ha hecho tradición polarizar posturas, de un lado los corruptos, del otro los incapaces, de un lado los comunistas subdesarrollados y por otro los imperialistas vendepatria, la derecha bruta y la izquierda hipócrita. Se ha hecho costumbre que con las encuestas y las urnas adversas nuestras taras más enraizadas y ocultas salgan a flote con sus más abyectos adjetivos. Ya la política no nos roba sabiduría en la competencia, nos exprime nuestros odios, frustraciones y prejuicios, dejando la inteligencia a un lado: Nos saca lo peor de nosotros.  

Nos están robando un domingo, a algunos les parecerá poco, nos están robando un día en familia, de descanso, así, a la fuerza, con epítetos, falacias y aclaraciones. No sólo nos han robado la inteligencia de la política, nos roban un domingo ¿Es poco? A cambio nos otorgarán la posibilidad de escoger, así dicen, entre un gobierno ineficaz y un desgobierno ineficaz. Lima está abandonada. Deber cívico le llaman. Hombres como Luis Alberto Sánchez, Luis Bedoya Reyes, Alfonso Barrantes, Valentín Paniagua, han sido remplazados por Castañedas, Marco Tulios y Mulderes. Y nos han hecho protagonistas, tontos útiles voluntarios para las urnas próximas, de esa que vendrá después de ese inefable 17 ¿En qué momento se jodió el Perú Zavalita?

Este 17 de marzo tenemos impuesta la obligación de escoger entre "se queda" o "se va", fue domingo en las claras orejas de mi burro, de mi burro peruano en el Perú, Perdonen la tristeza.