cuando se hace arte

Desde hace mucho, a lado de mi hermano, hemos querido realizar cortometrajes; muchas veces nos dispusimos a su producción, pero el trabajo, la falta de tiempo nos obligaba a posponerlo. En iquitos, después de haber escrito varios guiones en mis tiempos de vagancia perpetua y ocio, por la invitación de mi pata, Jim Vega, fuimos en grupo a la muestra de cortos en ocasión de la feria del libro en la alianza francesa de esa calurosa ciudad. Muestra fílmica que traía e impulsaba Kathy Serrano, actriz venezolana que por mucho tiempo radica en el Perú y con harta trayectoria en el cine, la televisión y el teatro, hoy en miami. El impulso, simpatía, entusiasmo y empuje que me mostró kathy en nuestra conversación, me llevó, entusiasta, a revisar nuevamente la posibilidad de un cortometraje realizado en Iquitos. Conversando con Juan Carlos, mi hermano, y una vez de acuerdo nos emprendimos a su realización.

Después de debatir sobre el tipo de historia a utilizar, me encerré para terminar un nuevo guión que debía estar listo al cabo de dos horas, habían otras historias escritas pero requerían mayor tiempo y logística y es pues que debíamos apresurarnos por el poco tiempo que ya Kathy nos había advertido: Sólo un poco más de una semana para presentar el trabajo final en el festival que la experimentada actriz promocionaba. Se convocó a quienes participarían, se buscó las locaciones ideales para la producción y a los auspiciadores que pudiesen colaborar con el proyecto, y a pesar de innumerables contratiempos, desde un clima adverso y caprichoso hasta la carencia de equipos, tuvimos el nacimiento de nuestra ópera prima: A Lima, que regresó del Festival La Noche de los Cortos con un premio, reconociendo el esfuerzo de los que participaron en su parto y concepción, entre más de 900 oponentes alrededor del globo.


Ahora, estamos con todas las ganas de hacer más, sin dejar de tomar en cuenta los contratiempos que ya se han dado. Están en pañales ya varias historias que quieren verse parir; espero no pase mucho tiempo para verlas ya hechas, no sólo por mí, mi hermano y los que participamos en ellas, sino por el entusiasmo, ganas y conocimientos que se incrementan en todos, creadores y público, cuando uno hace arte.