"Yo puedo estar de acuerdo, sí, como no, que (Arana) debía ser capturado en ese momento porque se habían suspendido garantías, por tanto no existen garantías de libertad personal, movilización, de reunión... ponme el argumento que quieras ¿Pero hacía falta el nivel de agresión que vimos todos? Esa brutalidad es absolutamente innecesaria. Descalifica la actuación de la policia. No está justificada: La ley no ordena que lo agarren a patadas, entonces, ahí hay una barbaridad que tenemos TODOS que condenar (...) Más allá de la posición que cada uno pueda tener. Yo estoy totalmente en contra de la posición de Arana, pero a ver, vamos despacio y por partes, defender los derechos fundamentales de Marco Arana es defender los derechos de todos, de todos los ciudadanos del pais (...) Si un señor está sentado en un banco, que lo rodeen diez o doce miembros uniformados y le den un par de golpes no tiene ninguna justificación (...)
...En el Perú no hemos aprendido ninguna lección"Alberto Beingolea
Congresista por el PPC
La bola de nieve está cada vez más grande y parece no haber intención de detenerla. La violencia y la intransigencia de la que hace garbo el gobierno y los protestantes en cada conflicto parece no detenerse aun con muertos de por medio. Muertos que sirven para echarse la culpa y lodo entre ellos pero que son, evidentemente y pese a su negación, responsabildad de ambas partes que sólo apelan a endurecer posturas, hacer uso de la mano dura, la intransigencia, la poca inteligencia y el radicalismo, alejando cada vez más la posibilidad del diálogo y una salida pacífica. Mientras, por un lado, los protestantes se esmeran por cuestionar la postura del gobierno apelando a una historia de abusos coloniales, se esmera por acusarlo de avaricia, de priorizar los beneficios de los inversionistas y de particulares por encima de los derechos de la población afectada, a su salud y su economía; por otro lado, el gobierno y la prensa, se esmera por criminalizar las protestas, se esmera por senderizarlos, por catalogarlos de terroristas, extremistas, resentidos, ignorantes y manipulados.