“Si eres neutral ante situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”
Desmond Tutu
Premio Nobel de la paz
En 1945, una vez culminada la Segunda Guerra Mundial y con ello, la barbarie y el salvajismo de los delitos perpetrados por la Alemania Nazi. 51 países tomaron la iniciativa de organizarse y crear un organismo de nivel mundial con el fin de evitar se vuelvan a cometer crímenes de esta naturaleza y magnitud. En París, sus representantes redactaron y adoptaron un documento al que llamaron Declaración Universal de los Derechos Humanos, como el principio universal del derecho básico, personal y colectivo, civil y beligerante, en tiempos de guerra y paz, a lo largo de 30 artículos que regirían sus acciones y visión del mundo. La segunda Guerra Mundial había abierto una herida muy profunda que marcaría la historia. En aquella ocasión, el pueblo judío había sido una de las mayores víctimas de la insania nazi. Habían arrasado con gran parte de su población.
En ese contexto, 2 años después, en 1947, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como resarcimiento al pueblo judío y para resolver los enfrentamientos que tenían con los musulmanes, aprobó un plan para partir el territorio de Palestina y crear dentro de ella un estado para la comunidad judía, asignándoles el 54% de ese territorio, hasta ese entonces, bajo el dominio del Mandato Británico de Palestina. Esto, en medio de serios enfrentamientos entre ambas comunidades y de la vista gorda de los británicos. Conflictos que hasta el día de hoy siguen vigentes.
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(Foto: Diario La Nación) |