
Desde Mendigar o morir, La india, de forma desmedida ha parido una serie prolífica de películas ahogando al público occidental, gracias al éxito de sus primeras cintas, de litros y litros de llanto, lamentos sumamente dramáticos, tales como las peores telenovelas venezolanas, y una coreografía tan colorida como la bandera gay o cualquier cartel publicitario de alguna banda chicha en algún cono de la Lima provinciana, desgastando sin tino ni criterio, en busca sólo de un éxito mercantilista, un prometedor futuro, que ya es hoy y que nunca supieron aprovechar, dejando cintas de mejor calibre como Viernes Negro (2004), o Deewar (1975), atrás, lejos de sus merecidos sitiales, hasta la llegada a la pantalla grande, según algunos, de una prometedora cinta hindú llamada Slumdog Millionaire, traducida como Millonario de Barrio o Perro de Tugurio Millonario, y marketeada para el habla hispana como Quisiera sger millonario o Quien quiere ser millonario; pero lamentáblemente para el cine hindú, no es una herencia de la exitosa Mendigar o Morir, ya que el filme es británico...