Tras los atentados del 11 de septiembre a los Estados Unidos, la administración norteamericana de
George Bush con la aprobación total, política y social de una población dolida y aterrorizada, necesitaba una excusa para invadir Iraq. Cualquier cuestionamiento que pusiera en duda la justicia en la intención bélica debía ser amputada.
Valerie Elise Plame es una ex agente encubierta de la CIA que trabajaba investigando la posibilidad de armas de destrucción masiva en el exterior, cuyo esposo, el ex diplomático estadounidense
Joseph Wilson, ante la posible conexión entre Niger e Iraq en la venta de uranio para
Saddam Hussein, fue enviado a Niger en febrero del 2002 para comprobar dicha hipótesis. Sin embargo, su investigación comprobaría lo contrario. Cuando George W. Bush, pese al informe que invalidaba tal presunción, justifica la invasión a Iraq con la supuesta compra de este material por parte de Hussein, Wilson publica las conclusiones de su informe en un artículo en el New York Times, el cual dejaba sin sustento dicha justificación. 8 días después, el periodista
Robert Novak haría pública la identidad encubierta de su esposa, exponiéndola...