Con una muy delicada y humana propuesta, los estudios Pixar demuestran una vez más que no sólo son la mejor compañía de animación por su calidad visual sino por el significado de sus argumentos, esta vez de la mano de Andrew Stanton, escritor y director de la misma y de otro éxito como Finding Nemo, Buscando a Nemo en castellano, con la que ganó un Oscar. Sin apenas diálogos, Wall e, consigue un muy poderoso inicio, en una apuesta a la comedia en acción y a la humanización de sus personajes, mostrando un planeta apocalíptico, desgastado por la torpeza del hombre a tal punto de no poder ser un hogar sostenible para la raza humana, en la que el único sobreviviente de una serie de robots puestos en tierra para limpiarla, para hacerla habitable nuevamente mientras que la humanidad espera en el Axioma, uno de los grandes cruceros intergalácticos de la compañía Buy`n Large disponibles para su sobrevivencia, es Waste Allocation Load Lifter-Earth-class, cuyo acrónimo es Wall e, que en castellano significaría Carga de Asignación Superflua - Clase Limpiador de tierra, que en su soledad, este pequeño robot con ojos de un ET metálico a lo Corto Circuito, desarrolla, gracias a un video de VHS que continuamente ve, con la película Hello Dolly, ciertas formas de comportamiento humano a las que no sólo imita sino, que en su desarrollo, comprende, experimenta y se identifica. Después de 700 años aproximadamente una nave espacial llega con un robot en busca de vida, Eve, un robot mucho más avanzado con la que se inicia una relación no muy metálica.
Wall e, es una sincera crítica política y social de cómo manejamos el planeta y adonde lo estamos llevando, denunciando el consumismo masivo con la presentación abundante de merchandizing y la superficialidad de los sobrevivientes, adormecidos y automatizados por una vida mecánicamente incipiente y cómoda, denotándose en su total ignorancia y divorcio de la vida en la tierra y en el cambio general de costumbres y apariencia, lejos, siquiera, de una actividad física mínima, en un sutil e ingenioso humor; un adelantado documental de lo que se acerca, enmascarillado en un romance tierno e inocente: Una historia más para curtidos adultos que para niños.
Cabe destacar el gran trabajo de musicalización y por otro lado, un detalle que no me agradó, pero que depende del concepto del director, es la inclusión de seres humanos vivos para después representarlos en caricaturas virtuales; algo chocante y que particularmente no me parece buena idea, pero que no desmerece la calidad de la historia de esta Obra.
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