Es humanamente normal, torpemente masculino, que cuanto más atraído al sexo opuesto se sienta un hombre, su capacidad de hacer pública su torpeza y no desarrollada evolución de primate a homo sapiens aumenta!!, tanto como disminuye su abecedario, temas de conversación y en sí, su tan holgado muestreo de virtudes de macho omnipotente que como pasarela se perifonea con sutiles "cuetes" tras un escaparate para poder impresionar a la hembra, dícese así de su compañera procreadora. El incriminador silencio entre 2, cuando se hallan frente a frente, se prende aun más de la carne y se aferra a las manecillas dando más tiempo al tiempo aumentando los decibeles de aquellos que circulan circunstancialmente por el gris ambiente romanticón: un sapo que parece croar en tu oreja apoderándose del mágico momento o una mosca a quien descubres la cantidad de veces que aletea por el harto tiempo que parece interminable sin que halles siquiera un tema complaciente, con el que puedas robar la atención de tu presa con su sonrisa, asegurando un camino seguro y asfaltado a un Sí que corresponda a tus esfuerzos...
Cuando hay algo que los vincula como por ejemplo, compartir una clase en la universidad, un puesto en un trabajo, la tarea no es tan difícil; siempre se puede hallar una clase mal entendida para llamarla por teléfono o un jefe a quien rajar para dibujar una sonrisa, por lo menos para un inicio; pero cuando tales vínculos son endebles, como cuando recién la conoces y no hay un sólo tema en común, sólo llega acaparando el vacío cerebral, ¡el bendito clima! evitando ceder lugar a un tema inteligente y provocativo que sirva de excusa para una llamada ocasional que no revele como bofetada el aclimaxado interés y aplaste por completo la imagen omnipotente del macho ejemplar con una de bufón insípido. O cuando incidentalmente alguna fémina se apodera de tu globo ocular que exige a tu cerebro mande una orden a tus labios que nunca llega; por ejemplo, cuando estando en el bus, ¡¡¿¿Qué diablos decirle??!!. Hoy por ejemplo, en mi cita con el médico, en la sala de espera, el estornudo de una mujer sentada a mi lado hubiese podido ser el derrumbe de un frío y metálico muro que a pocos centímetros significa kilómetros de distancia para hallar un entendimiento entre ambos, sobretodo cuando ante el clásico y protocolar "salud" te contesta a toda sonrisa "gracias"; era una señora de anatomía globalmente excesiva que no despertaría más que unos calambres estomacales ¡lástima!. Me pregunto, y por qué no estornuda aquella chica que alguna vez sentada en el bus a mi lado, cuando en aquellos tiempos iba rumbo a mis clases, que con unos ojos espectaculares ya me notificaba no iba a haber colisión si tomaba la iniciativa de una conversación sencilla?!!; acaso no saben que justo son esos los momentos en que la parálisis cerebral se apodera del sexo fuerte limitando su vocabulario a unas cuantas onomatopeyas?!!.
-- "!!Hola!, cómo te llamas?!", en cierta ocasión, en Iquitos, tierra en donde aun, gracias a Dios!: ese en quien no creo, las tan tediosas, absurdas y dogmáticas formas protocolares de la capital, de la que muy a mi pesar formo parte, no inundan cual virus, y se puede entablar un diálogo sin haber presentado una currícula política y todo un proceso burocrático, un pata (amigo), me reto a saludar, un par de chicas, a quienes no conocíamos, que cruzaban por la acera del frente a eso de las 7pm, a lo que accedí a regañadientes por el natural temor de una olímpica indiferencia; ante la inesperada respuesta positiva me obligó a llamarlas y efectivamente vinieron!.
No todos somos iguales; hay quienes asumen el riesgo del ridículo con valentía, otros que están acostumbrados a recibir como coscorrones cientos de NOs por noche!!, otros que ya con maestría saben colocarse en cuclillas para el ruego a ver si con insistencia puedan intercambiar palabras y otros como yo, cuya timidez ha impedido a lo largo de mi poca o mucha experiencia conocer mayor cantidad de nombres féminos con quienes por lo menos hubiese podido compartir buenos ratos; de aquellas, cuya posición, a excepción de algunas, las dispensa a mantenerse sólo a la espera de la llamada que no siempre llega, vaya injusticia!.
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Jajajaja, Marquito, yo no creo que seas tímidito, al menos eso es lo que me demostraste, aunque si mal no recuerdo cuando te conocí eras un poco callado, capaz que si, en fin si no le pones fuerzas a algo o mejor dicho si no te arriesgas nunca consigues absolutamente nada. Muy buen post. Besos
Tímido confeso!!, aunque sin haber conseguido se concrete toda situación que hubiese querido, siempre me las he arreglado para que no haya quejas!!
Besos
Marco Palacios
oye "timido", hablando de llamadas, como q me debes una no????, ya reportate no???? aùn no muero!!!!
G.M
jajaja, espero que no!!, te llamo en estos días!
Besos
Marco Palacios
Hay una serie de factores que juegan en contra para que las personas se conozcan o comiencen a tratarse. No es para menos. Si en nuestros propios hogares, en donde hemos nacido de los mismos padres, hemos comido las mismas cosas, y fuimos educados de la misma manera, ninguno de los hijos salimos iguales, ¡imagínate las diferencias que encontramos entre las personas que viven solo a pocas cuadras de nuestras casas! y ni digamos de diferentes regiones o países. Las barreras son muchas más.
La timidez, que tú mencionas como un factor que te evitó conocer más chicas, es sólo un factor. Tal vez alguna otra persona quiera adicionar más factores, pero yo me voy a referir a uno que afecta mucho el que dos personas se traten, y es aquella de la filosofía "la mujer debe ser rogada y buscada".
Si eres hombre, piensas que practicar el arte de arrodillarse o acuclillarse, como tú dices, es lo correcto, el camino a seguir, porque así debe ser. Y de una forma inconciente, no piensas bien de la chica que te llama o te busca, piensas en esa persona nomás en plan de pasada.
Si eres mujer, no puedes llamar al chico, no puedes dar el primer paso porque eso no está bien. Debes esperar que el chico dé el primer paso. Y si el chico es tímido, ya estuvo: nunca se van a llamar; la una esperará que el otro dé el primer paso y éste que se muere de timidez, no se atreverá y he aquí una pareja que pudo ser y no fue. Me los puedo imaginar a ambos esperando junto al teléfono la llamada que no ha de llegar. Ayayayayay
Interesante el post, Marco.
Tu pata(rashca)
Con lo único en que no estoy de acuerdo contigo es cuando dices que está mal que una chica sea la de la iniciativa, que se aella la que llame!, total!! todos somos iguales!!; que tome la iniciativa o que llame no la hace menos ni más.
Un abrazo
Marco Palacios
Lee bien, osheeee! Te dije que eso es según la filosofía de "la mujer rogada y buscada" no que yo pensara que esté mal. En otras palabras, que por pensar de esa manera, que esto está bien o que esto está mal, la pareja se la pasa esperándose el uno a la otra y viceversa y no se hace nada. En ningún momento dije que yo pensara que está mal.
Tu pata.
Pues sí!!, ahora revisando bien tu comentario tienes toda la razón!!!, me excuso!: la prisa hermano, la prisa!!!, jajajajaja
Un abrazo!!
Marco Palacios
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