Aún no tengo el coraje de enterrarte bajo la tísica luz de la razón.
En secreto te retengo aquí, a lado de remembranzas inútiles que sólo guardan lejos de si, alguna brisa de color aletargada en el vacío de tu sombra.
Aún lates, aún tu recuerdo no es ese sepia añejo de olor vetusto,...
Aún eres presencia, presencia que en sueños y recuerdos halló cobijo bajo la almohada, aferrada.
Aún eres sonrisa, sonrisa que guardo y se mezcla con esas lágrimas con las que, como un reo sólo y solo, deseo dejar todo atrás y andar mas allá de las rejas que encarcelan mi alma que, traviesa, persigue tus pasos, como cuando niño trastabillaba.
Aun lates, al paso lento y pesado de ese libelo interminable hacia quien no te necesita, hacia quien te arrastra, dejándome a media noche, ciego, persiguiendo algún rastro de tu olor.
Aun lates.
23 de mayo de 1933 - 28 de enero del 2003