Nos encontramos en enero 20, y revisando los principales diarios de Lima observaba como los escándalos que en octubre y principios de noviembre fueron portada constante por el evidente interés público fueron paulatinamente perdiendo presencia por, sólo por citar un ejemplo, el encarcelamiento de Magaly Medina, o tal vez por la destitución de un gabinete apático y con la desaprobación casi general y/o la incursión de Yehude Simons al oficialismo. Presumo, que la salida de Ampuero y O´Brien de el Comercio, así como la del incomodísimo Álvarez Rodrich, de Perú 21, por hacer públicas, verdades ocultas que comprometían al gobierno y la corrupción dentro de él, han evidenciado una herencia o jurisprudencia táctica que durante el gobierno del acusado Alberto Fujimori, mostró aguda efectividad, gracias al constante olvido del peruano común para lo realmente relevante.
El comercio guarda, para ejercer el digno oficio del periodismo, con calidad y ética, un manual de principios interno, llamado Principios rectores para los diarios y revistas del Grupo El Comercio, documento que guía la operación del diario y establece en el principio 14, sobre el cumplimiento de la ley, lo siguiente...